La Nación. AMISHA PADNANI THE NEW YORK TIMES A algunos empleados les gusta escuchar música cuando encuentran que están perdiendo concentración. También pudieran ponerse los audífonos para escapar de un ambiente que es demasiado ruidoso – o demasiado tranquilo – o para hacer que un trabajo repetitivo cobre más vida. En términos biológicos, los sonidos melodiosos ayudan a alentar la liberación de dopamina en el área de las recompensas del cerebro, como lo haría comer...