Por: Michelle Goddard, directora de Eka Consultores. Hace 15 días el sector empresarial del país respiraba intranquilo esperando el resultado de las elecciones. Hoy, con la salida de Villalta como representante de la extrema izquierda, se podría decir que una relativa calma vuelve a imperar en el país, o al menos es lo que percibí en el seminario de ayer, organizado por Ecoanálisis, sobre Perspectivas Económicas.
Ahora la gran interrogante es, qué tanto un posible gobierno del PAC podría cambiar las reglas del juego en materia monetaria y fiscal, entre otras cosas. Y digo del PAC, porque un eventual gobierno de Liberación no levanta tanta expectativa, pues ya son viejos conocidos.
“Luis Guillermo Solís es un diplomático por formación, abierto al diálogo y moderado”. Fueron las palabras que utilizó Óscar Álvarez, presidente de ANFE, para referirse al todavía precandidato. Sin embargo, el otro peso pesado del PAC es un representante de la Socialdemocracia de los 50, sumamente conservador y en mi opinión, hasta cierto punto intransigente y dogmático. Así las cosas, grandes diferencias separan al líder histórico del líder actual en el PAC. Y por supuesto, la pregunta es, ¿cuál de los dos tendrá mayor poder para marcar el rumbo de su posible gobierno?.
En todo caso, yo concuerdo plenamente con uno de los comentarios finales de Álvarez, quien afirmó que lo mejor que podemos hacer es ayudar en todo lo que podamos a Luis Guillermos, pues “si somos muy críticos con el PAC el resultado final puede ser que éste se vea obligado a caer en los brazos del Frente Amplio”.
¿Y la economía internacional? Mejor gracias…
Como siempre es bueno ver más allá de las fronteras de Costa Rica, para hacer proyecciones más acertadas, durante este evento de Ecoanálisis Alberto Franco nos trajo buenas noticias sobre la economía de EE.UU, ya que presentó una aceleración en la segunda mitad del 2013, con signos positivos para los próximos años, pasando de crecer un 1.8% en el 2013, a un estimado de 3% en el 2016.
Europa sale de la recesión y también muestra signos positivos, y los Mercados Emergentes lucen mejor gracias a la recuperación de la demanda externa.
En Costa Rica…todos son supuestos
De un 3.5% a un tímido 4.1% es lo que estima Ecoanálisis que puede crecer nuestro país en el 2013 y en 2016, respectivamente. Pero si yo les nombrara todos los supuestos que hay que hacer, para tratar de hacer cualquier proyección, en la actual coyuntura nacional, este artículo sería interminable.
Las cifras y hechos que más me impresionaron de la exposición de Luis Mesalles, fueron:
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80% de los gastos del gobierno están relacionados con salarios, es decir, el control del Déficit Fiscal depende en grandísima medida del control de los salarios.
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El déficit de la Cuenta Corriente sigue creciendo y ya no puede ser financiado al 100% por la IED, lo que se convierte en uno de los factores que presionan al alza el tipo de cambio.
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¿Qué más explica el aumento en el tipo de cambio? Que el Ministerio de Hacienda está sin dólares, la salida de capitales y el cambio de posición cambiaria de instituciones financieras y residentes.
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Ecoanálisis proyecta para el 2015 una devaluación del 5% y una inflación del 4,5%. Sin embargo, mi bola de cristal personal me dice que perfectamente pueden ser mayores…
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En el tercer trimestre del 2013 el desempleo bajó ligeramente, ubicándose en el 8.9%, en parte debido a que hay gente que se “aburrió” de buscar trabajo, entonces ya no forma parte de las estadísticas de los desempleados.
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Ecoanálisis también proyecta para el 2015 un Déficit Fiscal del 7.3%, superando en casi 2 puntos porcentuales al 2013.
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Para finalizar, Mesalles explicó lo que sucedería si el próximo gobierno (como lo ha sugerido el PAC) trata de volver a convertir al BCCR en “nervio y motor de la economía nacional”. Explicó que tratar de aumentar la producción a través de instrumentos monetarios normalmente no funciona, y más bien se consigue lo contrario: actividad económica estancada, mayor devaluación e inflación y finalmente, los pobres más pobres.
En fin, lo bueno es que el futuro, sólo Dios lo sabe.
One comment
José Ángel Salazar Ch
2014-02-17 at 19:31
La expectativa es más que evidente en nuestro país , pero a pesar de esto considero que el mejor indicador de que esperar de ambos gobiernos puede ser la campaña política, el cómo se maneja y se ha manejado la divulgación, la propaganda, los problemas que se presentan y la solución de éstos. Cómo se ha desempeñado el candidato junto con el partido.
Basado en lo expresado anteriormente, considero que la campaña del PLN evidenció mucha incapacidad y confianza, incapacidad para enfrentar discrepancias de la prensa y los demás candidatos de los otros partidos, la divulgación fue poco creativa e incapaz de interesar a los electores menores de 35 años y se confiaron de su nombre más que de su labor, fue notorio para mí, que se despilfarro los recursos del partido de manera poco planificada, y evadir la responsabilidad al culpar de su poco éxito en las urnas al gobierno actual, sin duda fue la cereza que adornó el pastel.
Por su parte, el PAC se levantó de una crisis que se puede denominar como existencial, donde claramente estuvo al borde del precipicio, los conflictos no resueltos y la división interna constituían sus mayores debilidades, pero a pesar de ello fueron capaces de organizar una campaña política y de elegir sin mayor dificultad un candidato en poco tiempo, su campaña fue reservada pero eficaz, factor que podemos, razón que solo puede explicarse con un líder hábil, mi opinión es que Luis Guillermo Solís logró avanzar mucho en poco tiempo dentro de su Partido, lo que puede atribuirse a un excelente diálogo y una negociación eficaz, su campaña ha sido cuidadosa y su discurso reservado y simple, no busco la polémica como Frente Amplio.
Por ende, puedo expresar como ciudadano que lo que necesita mi País, es un gobierno abierto al diálogo y hábil en negociación, nuestra Nación está gobernada por tres poderes y mediada por un sinnúmero de actores de movilización social, no podemos darnos el lujo de tener otro gobierno que no pueda actuar ni ponerse de acuerdo para realizar las demandas más necesarias de la población, todo por no saber dialogar ni negociar.