Ante el riesgo cambiario...

Dos preguntas clave en relación con el actual sistema cambiario: ¿Cuáles son las prácticas que una empresa puede implementar para enfrentar de la mejor manera la dirección y volatilidad del tipo de cambio? ¿Qué dicta la buena gerencia?

Algunas lecciones de diversos expertos y empresarios que puedan ser de utilidad para los lectores.

Primera lección: se debe evitar buscar las ganancias de especular o adivinar correctamente sobre lo que ocurrirá con el tipo de cambio, y más bien deben estructurarse para evitar que el tipo de cambio les provoque daños y pérdidas.

Segunda lección: hay que evitar que la composición de ingresos y gastos sea tal que estemos especulando con la utilidad sin darnos cuenta. Por ejemplo, una empresa cuyos ingresos están todos en colones, pero que una parte de sus gastos está en dólares, verá su margen de rentabilidad subir cuando el colón se aprecie y bajar (incluso desaparecer) cuando se deprecie. Esta volatilidad no afecta a la empresa que tiene su estado de resultados “calzados”, en el sentido de que cada moneda representa más o menos la misma proporción de los ingresos y los costos..

Tercera lección: hay que evitar descalces en los balances: composición de monedas muy diferente en los activos y en los pasivos. Si los activos están en dólares, y los pasivos en colones, el patrimonio subirá con una depreciación y bajará –hasta podría desaparecer– con una apreciación, y viceversa. Quien no desee tener su patrimonio “apostado” a lo que ocurra en un mercado que no controla ni comprende, debe buscar cambiar la mezcla de monedas en activos y pasivos, para no estar tan expuesto.

Cuarta lección: con un tipo de cambio que se puede alterar en el corto plazo, hay que invertir en un poco más de conocimiento y técnica a la hora de escoger, por ejemplo, el momento, la entidad financiera y el servicio específico para hacer transacciones cambiarias.

Quinta lección: en el mercado financiero hay servicios e instrumentos que pueden ayudar a buscar el calce. Contratos de futuros y opciones, que permiten asegurar por adelantado que uno transará a un precio prefijado en una fecha determinada, pueden ser útiles al respecto.

Sin embargo, hay que tener cuidado con lo anterior pues los servicios de cobertura cambiaria son caros, y no accesibles para todos.

Se hace preciso generar en nuestras agendas un espacio para informarnos sobre las mejores prácticas gerenciales ante el riesgo cambiario ya que este, de una forma u otra, llegó para quedarse.

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