Por: Grupo ACOBO. El Gobierno de La República presentó ante la Asamblea Legislativa el Proyecto de Ley del Presupuesto Nacional 2016, el cual muestra un incremento en el nivel de gastos de 4,7% con respecto al plan de gastos elaborado para el 2015. Cabe cuestionarse si este presupuesto viene a aliviar la problemática fiscal del país.
Para los economistas de Grupo ACOBO, a pesar de que el proyecto de Ley del Presupuesto busca sufragar el nivel de gasto que enfrentará el país durante el próximo año, preocupa que los ingresos presupuestados no son suficientes para cubrir todos los gastos esperados, por lo que el país deberá pedir dinero prestado para solventar esta situación, lo que podría perjudicar el desempeño económico futuro.
De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, el Gobierno tiene estimado que en total, sus gastos sumen ₡8 billones el próximo año, y para poder cumplir con todas sus necesidades financieras deberá pedir prestado casi la mitad de ese monto, lo que en opinión de los expertos no es una práctica saludable.
Por ejemplo, pensemos que Costa Rica es un hogar que está elaborando su presupuesto familiar, y este hogar recibe ingresos fijos por mes de ₡500.000, pero sus gastos fijos mensuales suman ₡1.000.000. En este caso, esta familia deberá pedir prestado a sus amigos o a los bancos, al menos, ₡500.000 cada mes para completar el dinero que le haría falta para poder pagar todas sus cuentas (servicios públicos, educación, alimentación, entre otros).
El peligro de esto es que al final del año esta familia no sólo deberá pensar en pagar todas sus cuentas, sino que también tendrá que pagar el dinero que pidió prestado con sus respectivos intereses, todo esto con el mismo ingreso familiar (₡500.000 al mes), provocando que la deuda cada vez aumente más y más, hasta que este endeudamiento llegue a un nivel insostenible.
Esta situación es muy similar a la que está viviendo Costa Rica actualmente, ya que para que el Gobierno pueda cumplir con casi la mitad de sus gastos el próximo año, deberá pedir prestado ese dinero a organismos internacionales o a inversionistas.
Para Orlando Soto, Gerente General de Grupo ACOBO, el problema no es que el Gobierno pida prestado para financiarse, sino el uso que le dará a esos recursos.
“Los recursos provenientes del endeudamiento se estarían utilizando parcialmente para pagar gasto corriente (pago de Remuneraciones, Transferencias, entre otros), que no vendría a aliviar la situación negativa que viven las finanzas públicas del país (se espera el déficit fiscal sea 5,9% con respecto al PIB en 2015). Diferente sería si los recursos provenientes del endeudamiento se utilizaran para realizar inversión en obra pública”, señaló Soto.
De acuerdo con el Presupuesto Nacional 2016, aproximadamente 5% de los gastos totales que se pretenden realizar el próximo año se destinarían a construcción de obras importantes para el país.
“Es preocupante que el Poder Ejecutivo sacrifique el gasto de capital, pues esto provoca que los recursos disponibles para hacer inversiones sean menores. Si se gastara más en inversión, la actividad económica se dinamizaría y podrían crearse mejores condiciones para que la inversión privada aumente y se pueda crear más empleo en el país”, comentó Soto.
Otra de las preocupaciones del Gerente General de Grupo ACOBO, es que el Presupuesto Nacional 2016 no resta presión sobre el déficit fiscal, sino que propicia un nivel de endeudamiento mayor para el país.
“Si la tendencia del endeudamiento continúa, podría llevar a que el país registre niveles de deuda con respecto al Producto Interno Bruto (PIB) insostenibles. Altos niveles de deuda con una situación fiscal en deterioro puede conducir a un aumento en las tasas de interés, lo que desincentivaría la inversión de las empresas y afectaría la creación de nuevos puestos de trabajo”, señaló Soto.
En este sentido, el experto explicó que el proyecto de Ley del Presupuesto trae implícito un déficit fiscal del 6,4% del PIB para el próximo año, además de un nivel de endeudamiento del 49% con respecto al PIB, el cual es un nivel alto y de cuidado.
Para Soto, aunque el presupuesto para el 2016 presenta disminuciones en las partidas asignadas a varios Ministerios, en términos generales la estructura del gasto no sufrió variaciones, ya que los rubros en los que más espera gastar el Gobierno es en Remuneraciones, Transferencias Corrientes e Intereses; además, el Poder Ejecutivo decidió reducir 11,2% en Gastos de Capital, lo que disminuye los recursos disponibles para realizar inversiones en carreteras, puertos, o aeropuertos, entre otros.
“Lo más acertado hubiera sido moderar más el crecimiento en los disparadores del gasto e intentar disminuir también el gasto en los distintos Ministerios. En el entorno fiscal del país se debe hacer un esfuerzo por reducir gastos posibles en todas las dependencias de manera equitativa entre todas”, recomendó Soto.
