El Salvador.- Otra de las preocupaciones del sector es que, con el precio actual del gas sin subsidio, que supera los $15, la ayuda estatal resultaría insuficiente. Cada usuario tendría que pagar de su bolsillo alrededor de $2 más.
Justo en el momento en que modelo de subsidio al gas genera incertidumbre por su aplicación, la deuda de $35 millones que el gobierno tiene con los gaseros podría provocar desabastecimiento y, además, el subsidio otorgado resultaría insuficiente para pagar el precio real del producto una vez liberalizado.
Los temores se disparan al considerar que el subsidio de $8.50, que ya ha comenzado a pagar el Gobierno, no alcanzará para pagar el tambo de gas de 25 libras, que hoy por hoy tiene un valor de mercado real de $15.00.
La carestía del producto podrá llegar en cualquier momento de los próximos días, ya que la deuda viene desde la segunda quincena de diciembre del año pasado, lo cual está ahogando a las compañías, que se ven en serias dificultades para continuar operando, incluso, algunas podrían tener problemas para pagar la planilla del mes, según el director general del Grupo Tropigas, Marco Martínez.
Sin embargo, el director de hidrocarburos y minas del Ministerio de Economía, Carlos Aquilino Duarte, afirmó ayer que se ha cancelado a las gaseras hasta la primera quincena de enero de este año, pero se contradijo al comentar que «están listos para pagarles» y luego que «se les está pagando parcialmente».
«Se está ya prácticamente listo para pagarles eso (…) ya desde la semana pasada se están cubriendo ya los pagos que correspondían a la última quincena de diciembre que estaban atrasados y al mes de enero. Eso está prácticamente resuelto», dijo, pero luego recapacitó, «no se les ha pagado completamente, pero sí se les está pagando parcialmente lo que ha estado atrasado».
Eso fue desmentido totalmente por el director general de Tropigas, quien aseguró que «categóricamente eso es una mentira. Una de dos, o no sabe, o desconoce, realmente, pero esas aseveraciones no se pueden decir de esa manera», afirmó, al referirse a las declaraciones de Duarte.
«Lo seguro es que si nosotros decimos algo que no es cierto, el Gobierno nos puede demandar, y con toda solvencia lo estamos diciendo (…) Yo no me voy a arriesgar a decirle que son 35 millones de dólares ahorita. Sería difamar al Gobierno si yo le mintiera», añadió.
Pero el problema es más complicado, ya que las familias con derecho al subsidio, recibirán $1.50 menos para comprar el gas a partir del 1 de abril, debido a que al día de hoy el tambo de 25 libras tiene un precio de mercado de $15 y no de $13 como supone el director de hidrocarburos y minas (ver nota aparte).
Por su parte el director ejecutivo de la Asociación Salvadoreña de Importadores y Comercializadores de Gas Licuado de Petróleo (Asogas), Enrique Portillo, ratificó el monto de la deuda y dijo que a finales de marzo ascenderá a 44 millones de dólares.
«Si no se hacen pagos ni tan siquiera parciales, creemos que podríamos estar a una semana de dificultades de suministro», confirmó, tras añadir que el periodo de pago de parte del Gobierno ya se rompió, porque ya lleva 90 días sin abonarles un solo centavo.
«La preocupación es porque el Gobierno tiene doble erogación porque ya está entregando la ayuda de $8.50 desde ahorita, pero nos llama la atención y nos preocupa de sobremanera que no haya la disponibilidad para cubrir estas deudas a las empresas, que ya pusieron ese dinero para que la gente obtenga su gas a precio subsidiado», dijo.
El director general de Tropigas, aclaró que son las empresas las que realmente han estado sacrificando sus flujos de efectivo para que la gente tenga derecho al subsidio.
Asogas destacó que como consecuencia del atraso en el pago de la deuda, las empresas podrían entrar en una situación financiera complicada que los lleve hasta la imposibilidad de operar (quiebra).
Portillo también emplazó al Gobierno a que de la cara ante el problema, pues no se ha logrado ningún tipo de comunicación. «No nos han comunicado fechas, no nos han comunicado posibilidades y eso agrava los problemas, porque no solo no nos pagan sino que lo dejan en una falta de comunicación que no se pueden hacer nuevos compromisos (nuevas importaciones), porque no se sabe cuándo van a pagar», insistió.
Sobre este punto Marco Martínez, director del Grupo Tropigas, indicó que el atraso en el pago de la deuda por parte del Gobierno, además de conducirlos a desabastecer el mercado, los puede llevar inclusive a la quiebra.
Lo peor aún, dijo, es que el Gobierno no le están tomando ni las llamadas a las gaseras, por lo que ellos no pueden aceptar un compromiso de nuevos contratos de importaciones, porque no tienen la seguridad de cómo pagar los nuevos suministros a sus proveedores del exterior.
«Hasta donde yo sé, el 80 por ciento de las empresas no podemos estar disponiendo de fondos, ya topamos. Aquí es bien sencillo, no se puede dar lo que no se tiene, es como un hogar, es como si a cualquiera de nosotros en el trabajo nos debieran el sueldo desde diciembre», detalló.
«Solo nos dieron el aguinaldo y ya no nos pagaron, aunque hemos comido hasta ahorita porque nos ha prestado un primo, nos ha prestado un hermano, nos ha prestado un papá, nos ha prestado el banco, pero llega un momento en que uno ya no puede estar prestando para pagar préstamos. Ese es el problema al que están llevando a las empresas», remató.
CONTROL DE PRECIOS
Una vez liberado el precio del gas licuado de uso doméstico, vendrá un nuevo problema para las compañías importadoras y comercializadoras. Y es que el Gobierno ejercerá un control sobre el valor de venta de las diferentes presentaciones del producto.
Enrique Portillo, confirmó que habrá un precio techo del gas, por encima del cual ningún distribuidor podrá vender. «Lo que si es seguro, y que no lo ha cambiado (el gobierno), es que va a haber un precio máximo de facturación. O sea que el Gobierno al igual que la gasolina, va a dar un precio máximo de facturación, no sabemos en qué términos, ni bajo que insumos», aseveró.
Esta condición fue confirmada por el director de hidrocarburos y minas, Carlos Aquilino Duarte, quien aseguró que habrá un precio fijo. «En el caso del gas propano, va a ser fijado. Un techo», afirmó, tras aclarar que esa decisión del Gobierno obedece a que el producto «es subsidiado».
Duarte confirmó que la fijación del precio techo se hará cada mes para tener estabilidad en el precio. Eso obedece a que la ley, en el caso del gas al ser subsidiado, obliga o da derecho a una fijación de precios, lo que no ocurre con los combustibles, donde lo que hay es una fórmula de referencia por tratarse de un mercado libre.
Fuente: www.elsalvador.com
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