Por Francisco Masís Holdridge, Economista. “Cualquier parecido del sistema de pensiones tico con un Esquema de Ponzi (Tipo de fraude popularizado por Carlo Ponzi) es pura coindicencia…” nos indica el Lic. Alejandro Solórzano.
En los años veinte del siglo pasado, Carlos Ponzi decidió generar un esquema de inversión según el cual, él le pagaba a sus inversionistas en base al capital de los nuevos inversionistas. Esto funcionaba porque siempre iba a haber nuevos inversionistas… hasta que no llegaron suficientes, no alcanzó el nuevo dinero para todos y Ponzi terminó en la cárcel.
En Costa Rica, el sistema de pensiones se fundó bajo el principio solidario. Todos los que trabajaban aportaban recursos a la CCSS y ésta repartía todos los recursos que entraban entre los que se iban haciendo viejos y se iban pensionando… El sistema era perfecto porque se alimentaba de la nueva población que siempre crecía… hasta que la población dejó de crecer lo suficientemente rápido.
El último censo nacional reveló que nuestra tasa de natalidad es de 1.8, lo cual nos dice que la población está decreciendo y más allá de los problemas administrativos y de inversión del dinero de las pensiones, éste ha sido el mayor problema para el esquema de pensiones costarricenses, la baja en el crecimiento poblacional.
Es en ese contexto que se observa la necesidad de ajustar los montos de los que hoy reciben pensiones y se ha llegado a topes que generan que los individuos de mayor ingreso reciban solamente una parte muy pequeña de sus aportes iniciales a la hora de retirarse.
Es por ello que se creó el ROP con el fin de complementar la pensión base y se abrió la posibilidad para los individuos de optar por pensiones voluntarias que complementarían el monto a recibir al final de sus vidas, final que, con los avances médicos actuales, tarda cada vez más en llegar.
El Dr. Edgar Robles, Superintendente de Pensiones nos explica en la sesión de Ecoanálisis del pasado 20 de junio, cómo la regulación se ha ido adaptando con el fin de promover la diversificación de las inversiones disponibles para los fondos de pensiones, con el fin de que las mismas puedan aportar cada vez más rentabilidades y esto ayude a sostener el sistema, sin embargo, José Manuel Arias, Gerente de BAC Pensiones nos indica que el problema no es el sostenimiento del sistema, ya que el mismo siempre va a existir, lo que va a cambiar va a ser el monto de los beneficios y el momento en el que se podrá gozar de ellos.
Bien cuenta la historia que, cuando Otto Von Bismark tuvo que decidir a qué edad jubilar a los trabajadores, le preguntó a un asistente “¿a qué edad se muere la gente?” a lo que le respondieron que a los 70 años. –“entonces jubílelos a esa edad”.
Si no se modifica la estructura del sistema de pensiones actual, tendremos que empezar a resignarnos a la idea de jubilarnos a los 79 años… o más. ¿está usted listo para eso?
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Exportaciones casi triplican proyección mundial
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