¨Si se nos muere un señor de más de 70 años y se nos va un consumidor porque el joven no entra a consumir esos vinos y tenemos un salto generacional grande¨ comentó Marcos Yllera, Presidente del Grupo Yllera.
En épocas de crisis el consumidor se vuelve más selectivo con el consumo. En lugar de tomar esto como una desventaja el Grupo Yllera, dedicado a la producción de vinos en España, lo tomó como la oportunidad para lanzar un producto que supliera las necesidades de los consumidores actuales: uno vino que no es vino.
La bebida llamada 5.5 es a base de uva, con una fermentación leve y carbonatada que asemeja al vino pero que en realidad es un refresco con un leve contenido alcohólico. Con estas características, el 5.5 le ha permitido al Grupo Yllera experimentar crecimiento en tiempos de crisis.
¨Este producto nos ha permitido crecer en facturación en un momento muy complicado en España, con la economía en recesión, con una baja tremenda en el consumo de vinos y una muy complicada guerra de precios¨ explicó Marcos Yllera, Presidente del Grupo Yllera.
El 5.5 no tiene la formalidad de un vino y con esto capturó un nuevo nicho, aquellos jóvenes que no entienden de regiones y busca bebidas prácticas y ligeras al paladar. Según Yllera la clave del 5.5 fue pensar qué le gusta a la gente y llegaron a la conclusión de idear una bebida con un sabor suave, dulce y carbónico, con bajo volumen de alcohol que se puede consumir frío.
¨Lo ideamos después de mucho estudio y de ver que estaba bajando el consumo de vinos clásicos como reservas y crianzas¨ agregó Yllera.
El 5.5 le ha permitido al grupo capturar nuevos nichos y actualmente el público objetivo de la bebida son mujeres y jóvenes que desean una copa de un vino refrescante, que pueden tomar en lugar de la cerveza.
En las primeras pruebas del Yllera 5.5 entre distribuidores, los paladares más experimentados lo calificaron de muy dulce, con ausencia de las características de un buen vino, sin embargo está ausencia fue lo necesario para que el Grupo comenzará a cerrar ese salto generacional que existe entre quienes consumen y no consumen vino.
En el 2012 se vendieron 600 mil botellas de 5.5, en el 2013 la cifra subió a 1 millón. El Grupo espera superar este número con facilidad en el 2014 con la introducción de la bebida en nuevos mercados como el costarricense.
