Centro de Conciliación Legal busca resolver conflictos empresariales de forma menos costosa

La firma Quatro abrió las puertas del Centro de Conciliación Quatro Legal (CCQL), el cual está ubicado en el Oficentro Latitud Norte, en Guachipelín de Escazú.

El objetivo es facilitar a la comunidad empresarial, la posibilidad de resolver sus conflictos, en condiciones que les permita un acuerdo satisfactorio, voluntario, confidencial y expedito, por ejemplo, para despidos de empleados, incumplimientos de contratos o problemas con proveedores, para citar algunos ejemplos.

Elías Shadid, Director Ejecutivo del CCQL, define la conciliación como “Un método alterno a la justicia judicial mediante el cual, un tercero neutral, llamado conciliador, gestiona un proceso de comunicación entre dos o más partes involucradas en una situación de conflicto, sirviendo como un amable componedor que facilita la comunicación entre las partes”.

Aclara que “Si bien el conciliador participa activamente del proceso, no se encarga de adjudicarle la razón a una u otra parte, como haría un juez o árbitro, por cuanto, el poder de solución radica en los involucrados en la controversia siendo esta, una de sus mayores bondades, pues son las partes quienes se comprometan según sus necesidades, intereses y posibilidades reales de cumplimiento.”

El Centro incluso ofrece filtros anteriores a las audiencias para familiarizarse con las partes y explicarles en privado las bondades de este tipo de solución de conflictos. Acudir a un proceso de conciliación es sumamente sencillo, rápido, práctico y menos costoso debido a que el CCQL se encarga de los trámites administrativos, legales, así como de la asignación de un conciliador neutral para cada caso.

La atención del conflicto es personalizada y se concentran los recursos en ayudar a las partes a obtener un acuerdo que les sea mutuamente beneficioso. La conciliación se basa en el supuesto de que todas las partes son ganadoras con el resultado, lo cual la diferencia de los procesos judiciales, en los que hay ganadores y perdedores, lo que tiende a ser un obstáculo para el cumplimiento de lo resuelto.

Cada audiencia de conciliación tiene una duración de alrededor de una hora y media. Un proceso completo de conciliación puede tardar la cantidad de audiencias que sean necesarias para alcanzar un acuerdo, por lo general son dos o tres sesiones.

La conciliadora Marcela Acosta, quien es especialista en conciliación de temas laborales del CCQL nos señala que “Acudir a los tribunales de justicia es en Costa Rica, la forma tradicional de resolver conflictos empresariales, sin embargo, los procesos judiciales hoy en día pueden tardar entre 3 y 5 años en dictar una sentencia, debido a falta de infraestructura, recurso humano y sobrecarga de trabajo de los tribunales laborales, que ven conflictos que en la mayoría de las ocasiones no tienen mayor complejidad y pudieron ser arreglados por la vía conciliatoria evitando saturar el sistema, como ha venido ocurriendo.”

Recalca además como un elemento determinante para que las empresas recurran a la conciliación en lugar del proceso judicial que, “en un proceso judicial, el juez resuelve e impone una decisión a las partes con base en la prueba que las partes puedan traer al proceso, mientras que, en la conciliación, se humaniza el conflicto, por cuanto, las partes interactúan entre sí, a través del conciliador, quien se encarga de levantar la carga emocional que muchas veces impide la consecución de acuerdos”.

Sobre las características de la conciliación, el director Ejecutivo Elías Shadid, señala que, “La conciliación es más eficiente, garantiza costos más bajos que un proceso jurisdiccional pues tiene tarifas accesibles y aprobadas por el Viceministerio de Paz, ofrece especialización del personal, humanización del conflicto e infraestructura de punta y confidencialidad de los acuerdos.”

Los acuerdos conciliatorios tienen una gran ventaja porque son altamente ejecutables por la vinculación que promueve en las partes, y que, en caso de incumplimiento, garantiza un proceso de ejecución de sentencia en vía judicial sin necesidad de acudir a otras vías o etapas.