Un verdadero líder es el que sabe potenciar las competencias y talentos de su equipo de trabajo.
José Luis Altolaguirre, es Socio Director de Top Management, y Consultor Internacional en planificación estratégica de empresas. A lo largo de su vida, ha capacitado a líderes de distintos sectores, ha estudiado de cerca las empresas, y ha hecho todo tipo de recomendaciones para mejorar, tanto personal, como empresarial.
Hoy, comparte con los lectores de la Revista Eka, un poco de su conocimiento en los temas de liderazgo.
– Para empezar, queremos entender: ¿cómo se identifica a un líder?
– Escribí hace unos años un artículo sobre la historia de Pierre -nombre simulado-, que me llamó poderosamente la atención en el terrible terremoto de Haití, hace 10 años atrás.
Pierre, en medio del marasmo y desconcierto del momento, identificó de manera inmediata que el problema más importante era establecer una estructura de “normalidad”, atendiendo a los heridos, enterrando a los muertos, organizando a los vivos, y canalizando las escasas ayudas que llegaban en un primer momento.
Nuestro hombre, logró convertir el dolor, en una actividad reconstructiva, creando equipos de trabajo capaces de unirse con un objetivo común.
No sé el final de su historia, pero me sirvió para ejemplificar que lo principal que denota la capacidad de un líder, es su capacidad de identificar el objetivo, y aglutinar las fuerzas necesarias para lograrlo.
Otro tema, es cómo operativizar estas competencias. Pero “por sus hechos los conoceréis”.
– ¿Un líder nace o se hace?
– Realmente, esta es una discusión de larga data. Creo que no hay duda que el ADN, la herencia genética, tiene que ver mucho con lo que somos, pero, creo firmemente que el impacto más importante en nuestra personalidad, es lo que hacemos con esa herencia, es como la formateamos, como la desarrollamos y como la potenciamos.
El ambiente influye de una manera muy importante en el desarrollo de nuestras competencias. Lo importante es ser conscientes como lo dice la neurociencia que tanto la neuroplasticidad como la neurogénesis nos faculta para seguir incrementando la capacidad ejecutiva de nuestro cerebro, por tanto la disculpa de “yo no puedo”, “esto no es para mí”, es eso, una disculpa, pero sin duda alguna la capacidad intrínseca de todo ser humano le permite desarrollar un cierto nivel de liderazgo que en unos casos, será en un ámbito más local, más cercano, y en otros le tocará desarrollar proyectos de mucha mayor envergadura.
– ¿Cómo hago para ser un buen líder?
– Sin jactarme de haber sido un buen líder, sino más bien, fruto de mi observación, experiencia y análisis de los diferentes tipos de líderes con los que he convivido en mi vida, sí son importantes algunas características que personalmente, me han ayudado en el desarrollo del liderazgo:
- Primero estar abierto a las circunstancias. No todo es planificable en la vida, más bien, los acontecimientos van marcando horizontes que nunca pensaba que se podrían visualizar.
- Sana ambición para abordar proyectos que en principio pueden parecer de difícil consecución.
- Saber rodearse de personas que saben más que uno, en conocimientos y experiencia. Esa es la verdadera universidad del liderazgo.
- Curiosidad intelectual y ejecutiva para seguir haciendo que su cerebro trabaje de manera continua, y no pare nunca de aprender.
- Persistencia: la experiencia no se compra en la tienda de la esquina. Necesita una gran resiliencia, porque las cosas no suelen salir a la primera.
- Disfrutar con el trabajo, que forme parte de su propósito de vida, porque eso lo convertirá en un líder creíble y equilibrado.
– ¿Han evolucionado las características del líder?
– Por supuesto que han evolucionado, pero más en el ¿cómo?, que en el ¿qué?, es decir, si profundizamos en la historia de los grandes líderes, las características que indicamos en la primera pregunta son prácticamente comunes para todos, lo que sí ha cambiado profundamente es el cómo ejercer el liderazgo.
“De un liderazgo absolutista, de orden y mando, hemos evolucionado a un liderazgo colaborativo. De un líder “sabelotodo” con la última palabra, a un liderazgo que viene siendo como un director de orquesta, consciente de que cualquiera de los músicos es mejor que él o ella, pero al líder le compete la responsabilidad de armonizar la sinfonía”.
“Lo que debe saber es rodearse de las personas que van a colaborar para que las cosas sucedan, y esto me parece que es importante”.
– ¿Cuáles son las características indispensables para un líder en la actualidad?
– En la conferencia que tuve la oportunidad de impartir en el último evento de Congente, hablaba de este tema y exponía que hoy, más que hablar de competencias específicas, debemos hablar de ámbitos competenciales y los resumíamos en:
Todos los ámbitos competenciales son críticos e importantes, pero quiero hacer especial mención a la orientación a resultados, ya que sin resultados no hay buen liderazgo.
– ¿Cuáles son los principales errores de los líderes de hoy?
– Creo que es muy difícil poner un común denominador. Hoy contamos con excelentes líderes que saben desenvolverse en este entorno de complejidad e incertidumbre, sin embargo, si he visto más allá de la significación estadística, que no abundan los líderes capaces de simultanear el corto plazo con la visión de medio y largo plazo.
“Si estuviéramos hablando del mundo de la política, diría que nos faltan estadistas y en el caso del mundo empresarial, es necesario potenciar líderes con visión de medio y largo plazo, al tiempo que sus equipos resuelven de manera satisfactoria los problemas de corto plazo”.
“Quizás también podemos observar “la prisa” por llegar, sin tener el recorrido necesario para garantizar un éxito razonable. En este sentido las nuevas generaciones sobradamente preparadas, deben aprender que recorrer el camino es el máster necesario para un liderazgo efectivo y exitoso, sí como los que peinamos canas, debemos asumir el rol de mentores para acompañar a estas generaciones que son las que nos deben garantizar el futuro de nuestras empresas y de nuestro mundo”.