Socios Comerciales¿Reglamento de Trabajo o Políticas Internas?: qué es mejor para la empresa

Por: Ricardo Vargas, socio, Oller Abogados. En el ámbito laboral una previsión de los distintos procesos, trámites, beneficios y demás garantías que gozan los colaboradores evitarán discusiones producto de un vacío legal e interpretación, especialmente en temas que deriven en las potestades disciplinaria y sancionatoria.

Un ejemplo que demuestra la importancia y necesidad de estas políticas lo encontramos –cada vez y en mayor medida– en los dispositivos electrónicos, cuya regulación es necesaria para brindarle a la parte patronal un marco reglamentario, dentro del cual, se pueda ajustar y sancionar la conducta de sus colaboradores.

Sin embargo, al momento de prever esta regulación muchos se encuentran con un dilema: ¿Implemento estas medidas a través de la aprobación de un Reglamento de Trabajo o mediante la promulgación de Políticas Internas?

Conozca los pros y contras, para tomar una mejor decisión.

• El Reglamento Interno de Trabajo, es una herramienta patronal que se caracteriza por:

• La preparación y ejecución del proyecto recae sobre el patrono, mientras que los trabajadores únicamente realizarán una revisión para constatar que no se estén lesionando sus derechos.

• Esta redacción es supervisada por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, quien deberá aprobar el documento final de previo a su publicación y entrada en vigencia.

• El reglamento -regula de forma general- las relaciones obrero-patronales, conteniendo disposiciones de orden administrativo, relaciones humanas, hostigamiento sexual, técnicas, disciplinarias, entre otras.

• La estructura y contenido de este documento quedará en manos de la Dirección de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

• Su contenido estará determinado por la empresa y deberá ser conforme con las leyes, tratados internacionales, decretos y contratos vigentes.

• Su modificación requerirá seguir el mismo procedimiento diseñado para su elaboración, lo cual lo torna un instrumento rígido y de difícil adaptación.

• Su acatamiento es obligatorio para las partes de la relación laboral.

• Finalmente, el trámite de un Reglamento Interno de Trabajo es un proceso que puede extenderse entre tres y seis meses.

• Políticas Internas

• Es una herramienta patronal emitida unilateral y discrecionalmente por la empresa.

• Ninguna institución tiene participación en su preparación y vigencia, ante lo cual no existe garantía de que su contenido se ajuste completamente a lo legal.

• Regulan los más variados temas derivados de la relación obrero patronal: administrativos, hostigamiento sexual, uso de herramientas de trabajo, tele-trabajo o disponibilidad, relaciones humanas, aspectos disciplinarios, terminación de la relación, entre otros.

• Estas políticas deben igualmente ajustarse a las leyes, decretos y demás normativas que regulan la materia, sin exceder o sobrepasar las facultades patronales.

• Su estructura, formato y contenido son libremente determinados por la empresa.

• Consiste en una herramienta más flexible y de más fácil modificación.

• Ante una excesiva regulación, pueden surgir conflictos entre políticas y al contrario puede ocurrir que no regule todos los supuestos de un caso.

• Al igual que el Reglamento de Trabajo, comúnmente se utilizan como herramienta para regular situaciones específicas que se presentan a lo interno de la empresa, como también para comunicar sanciones disciplinarias que se aplicarán ante determinadas faltas.

• Finalmente, la empresa no puede suponer que todos sus trabajadores conocen el contenido de las políticas ni que las mismas aplicarán de forma general, por esta razón, deben preverse mecanismos para su comunicación, divulgación y refrescamiento constante a los empleados a quienes afectan las mismas.

Atendiendo a estos elementos y considerando las situaciones que se requieren regular, así como el alcance que se pretende otorgar a las mismas, es importante valorar cuál herramienta resulta más favorable para los intereses de la empresa.

Ante este contexto, no podemos dejar de mostrar nuestra predilección por las políticas internas, que bien redactadas, informadas y aplicadas podrán surtir los mismos efectos que un Reglamento Interno, con la ventaja de su fácil y pronta aprobación, así como su facilidad de adaptación a las nuevas relaciones o prácticas que surjan con el pasar del tiempo.