Mi periplo para escoger escuela para mis hijos ha sido grandes, y cuando digo grande, es grande. A ratos me parece una decisión importantísima que tendrá un impacto casi infinito en sus vidas. Y luego más bien pienso que la verdad, a la larga no puede ser tan importante. Con el rabo entre las piernas les confieso que fallé, o por lo menos la primera escogencia terminó pareciéndome que no era la mejor. Luego de...