Para muchos, cambiar de trabajo es una decisión arriesgada, al menos, en este momento.
Quienes tienen trabajo se consideran privilegiados por tenerlo en una época de incertidumbre económica.
Sin embargo, en el trabajo es el lugar donde más tiempo se pasa, las tareas que se hacen a diario consumen prácticamente toda la energía y se pasa más tiempo con los compañeros que con la propia familia, por eso es tan importante sentirse feliz en el trabajo. Pero, si no lo está, posiblemente sea momento de cambiar de trabajo.
La sicóloga laboral Cristina Monge explicó algunos síntomas que son claras señales que urge un cambio de trabajo.
- ABURRIMIENTO
Es un hecho: tu trabajo te aburre solemnemente. Si su vida profesional se ha convertido en algo sin motivación y no encuentra ningún reto profesional que le estimule a seguir formándose en nuevas competencias, lanzarse a dirigir nuevos proyectos, o proponer cambios, es una señal clara que algo no está bien.
- ESTANCAMIENTO
Sentirse estancado en un puesto de trabajo equivale a reconocer que la experiencia laboral lleva mucho tiempo sin aportarle nada nuevo, que la estrategia de carrera ha llegado a un punto muerto. Es decir, no hay crecimiento profesional, no tiene oportunidad de ascender en el organigrama de la empresa.
- SIN VALOR
Siente que sus opiniones e ideas no son valoradas por sus superiores o por sus compañeros de trabajo. Esta situación no le permite sentirte integrado en el equipo humano de la empresa, es otra señal clara.
- DESEQUILIBRIO
Analice su trabajo y póngalo en una balanza lo que le aporta y lo que le quita. Quizás en un lado de esa balanza vea que hay un exceso de trabajo, estrés, presión, desgaste, dificultad para seguir disfrutando de una formación continua de calidad, cansancio constante, insatisfacción… ¿Qué hay en el lado positivo de la balanza? Si no encuentras la misma cantidad y calidad de “cosas” positivas es que su balanza profesional está muy desequilibrada, corre serio riesgo de romperse.
- NEGATIVIDAD
Se lo dicen en la casa y lo siente en tu interior: está continuamente amargado, antipático y enojado. La actitud negativa es una de las señales más claras de que ha llegado el momento de cambiar de trabajo.
- ANSIEDAD
La sola idea de ir a trabajar le enferma, le genera ansiedad y molestias físicas. Cuando el organismo reacciona de forma tan alarmante es que está entrando en una fase muy perjudicial para su salud física y mental que debería preocuparle.
En conclusión: si la mayor parte del tiempo se sientes mal en su trabajo y ese malestar está afectando al ámbito de tu vida privada, quizá haya llegado el momento de lanzarse a la piscina y de buscar y encontrar otra empresa en la que inicie esa etapa profesional nueva, apasionante y enriquecedora que anhela.
Heilyn Gomez
Editora de contenido digital de la Revista EKA. Periodista. Asesora de comunicación y estudiante de derecho.
