La Orientación Emprendedora (OE) se concibe como la forma en que las organizaciones articulan el espíritu emprendedor a lo interno de la empresa, comportamientos que desarrollan como actuar proactivamente, innovar y asumir riesgos para descubrir y explotar las oportunidades empresariales, y que permiten que algunas organizaciones sean en la práctica más emprendedoras que otras.
Por: Manrique Hernández Ramírez, Ronald Mora, Juan Carlos Leiva
Estudios en los ámbitos de la dirección de empresas, el emprendedurismo y la dirección estratégica han hecho notar su relevancia, al sugerir la existencia de una correlación positiva entre esta orientación y el desempeño de las organizaciones. Además, se le considera un fenómeno de investigación con un fuerte sentido práctico en las organizaciones.
Si bien es cierto, este vínculo entre la orientación estratégica y el desempeño organizativo ha sido identificado en estudios realizados entre distintos contextos y países, también han surgido estudios que han puesto, en el medio de la discusión, la aparición de hallazgos mixtos. Lo anterior, ha dejado abierto el debate y los llamados a la comunidad de investigadores en dirección de empresas por ampliar el análisis de factores asociados a este fenómeno organizativo. Una de esas líneas de investigación, más acotada y que ha buscado trascender esa relación se ha decantado por comprender la relación entre este tipo de orientación y el desempeño innovador. Lo anterior, por motivo de que se ha dado en considerar esta última como una medida muy próxima al desempeño y el reconocer la innovación como un elemento notable para mantener la competitividad y mejorar el desempeño económico de las empresas.
Por su parte, en el ámbito académico y empresarial también se ha reconocido la relevancia que revisten las estrategias en los negocios. Asimismo, que su implementación efectiva podría, de hecho, proporcionar a las empresas ventajas competitivas sostenibles y esenciales. Dentro de ese espacio de investigación relativo a la investigación estratégica se ha reconocido un tipo de estrategias propuestas por Raymond Miles y Charles Snow. En función del reconocimiento de la orientación estratégica adoptada por las empresas y los patrones y conductas que las caracterizan, intencionalmente, podrían enfatizar ciertas estrategias que podrían explicar el desempeño y la eficiencia que finalmente logren las organizaciones.
Por ejemplo, Miles y Snow refieren a las organizaciones Defensivas como aquellas que centran su estrategia en producir productos y servicios orientados a la atención de un segmento de mercado angosto y particular de su mercado potencial, intentando mantener, así, una porción y un dominio estable del mismo. Por lo general, se trataría de organizacions no tan orientadas a buscar nuevas oportunidades fuera de su ámbito de negocio; en su lugar, más orientadas a lo interno. Lo anterior, significa que su énfasis está dado en aspectos como la reducción de costos y una mayor eficiencia, con estructuras organizativas orientadas a las funciones, centralizadas, con líneas de autoridad claramente establecidas que apoyen el control y el aseguramiento de la eficiencia. En suma, las caracterizan como organizaciones menos orientadas a nuevos desarrollos y tendencias; que tratan de proteger su cuota de mercado intentando producir y distribuir bienes y servicios de una forma eficiente, demandando pocos ajustes en estructuras, procesos y tecnología.
Las acuñadas con el término Exploradoras, se comportan de forma opuesta a las Defensivas. En términos generales operan en ambientes más dinámicos. Su dominio de mercado es usualmente amplio y en un continuo estado de desarrollo. Su enfoque principal es buscar y explotar, de forma permanente, nuevos productos, servicios y oportunidades de mercado, a través del establecimiento de procesos de innovación y desarrollo de productos. Asimismo, se caracterizan por mantener su reputación como innovadoras y desarrolladoras de mercados.
Para mantenerse y actuar rápidamente, se las ha caracterizado como organizaciones que deben ser capaces de llevarle el pulso a un amplio rango de condiciones de mercado, tendencias y eventos. Igualmente, que invierten en personal para capacitarles en el análisis del entorno en busca de oportunidades; todo lo cual, les permite, con frecuencia, ser los promotores de cambios en sus mercados e industrias. A su vez, que disponen de flexibilidad y descentralización en sus sistemas administrativos y tecnológicos; por ende, tienden a organizarse por unidades o proyectos, buscando facilitar más que controlar sus operaciones, pues su principal capacidad es encontrar y explotar nuevos productos y oportunidades de mercado, a diferencia de las Defensoras donde su éxito radica en servir y atender eficientemente un mercado estable.
Entre estos dos extremos, pueden situarse las organizaciones que han denominado como Analizadoras. Para Miles y Snow son una combinación particular de ambas, que muestran una estrategia igualmente viable con un énfasis en minimizar los riesgos y maximizar las oportunidades de obtener ganancias. Las consideran compañías capaces de combinar las fortalezas de las dos tipologías anteriores; actuando ya sea de forma defensiva o exploratoria, acorde a las condiciones del entorno al que se enfrenten y buscando mantener ese balance entre eficiencia e innovación, reaccionando acorde a las exigencias del entorno. En entornos estables, operarían como defensoras. Sin embargo, de frente a entornos convulsos podrían imitar a las empresas con que compiten, que operan como exploradores, sobre sus productos e innovaciones de mercado más exitosas, intentando, así, adaptarse rápidamente, generando nuevo crecimiento a través de la penetración con nuevos productos y mercados.
Con todo lo anterior, surgió la siguiente interrogante que orientaría un trabajo de investigación: dentro del análisis de las relaciones entre la Orientación Emprendedora y sus potenciales impactos sobre el desempeño innovador, ¿el efecto de la orientación estratégica sobre el desempeño innovador será el mismo según el tipo de orientación estratégico seguida por la empresa? Concretamente, ¿estos efectos y posibles relaciones resultan visibles en la realidad de las micro, pequeñas y medianas empresas?
Para dar respuesta estas preguntas, se realizó un estudio en una muestra de 160 Mipymes costarricenses, como parte de un proyecto de investigación desarrollado por investigadores de la Escuela de Administración de Empresas del Instituto Tecnológico de Costa Rica. Los resultados de ese trabajo permitieron confirmar, por un lado, que la orientación emprendedora ejerce un efecto positivo en el desempeño innovador de las Mipymes estudiadas. Dicho de otra forma, a mayor impulso del esfuerzo emprendedor interno en las Mipymes mayor su desempeño innovador. Por otro lado, más allá de esto, que en efecto los efectos propiciados por la orientación emprendedora en el desempeño innovador dependen de la orientación estratégica escogida por las Mipymes.
En lo referente a esto último, los resultados mostraron que la Orientación Emprendedora y la Orientación Estratégica interactúan al explicar el desempeño innovador. En particular, las empresas que se decantaban por una estratégica exploradora mostraron un incremento mucho mayor en el desempeño innovador, conforme aumentaba su orientación emprendedora a lo interno, en relación con las que seguían una estrategia defensora. Lo mismo, ocurrió con las empresas que seguían una orientación estratégica analizadora en comparación con las que seguían una orientación estratégica defensora. Ahora bien, entre las exploradoras y analizadoras, las primeras mostraron un incremento en el desempeño innovador muy semejante.
En conclusión, los resultados indican que la promoción de orientaciones emprendedoras en los colaboradores dentro de la empresa, en el contexto de las Mipymes, pueden ser catalizadoras de la dinámica innovadora de estas empresas si, a su vez, se impulsan ciertas conductas estratégicas específicas, como las orientaciones exploradoras y las analizadoras. Esto es, podrían facilitar la obtención de mejores resultados en los procesos de innovación seguidos por las organizaciones, buscando generar impactos mayores sobre su desempeño. Para estas organizaciones orientar programas de formación tendientes a propiciar conductas emprendedoras en sus colaboradores, que promuevan un sentido de progreso continuo, de asunción de riesgos calculados, de explorar nuevas oportunidades de mercado y productos, de creación de espacios para innovar; entre otros similares, podrían resultar valiosos.