La referencia en cuanto a producción de cerveza hace 5 años era únicamente Florida Ice&Farm, sin embargo actualmente en el mercado es posible encontrar cervezas nacionales producidas por otras cervecerías. En el país se está dando un movimiento de cerveza artesanal, muy parecido al de Estados Unidos, que está dejando ser moda y ha comenzado a echar raíces como negocio.
El movimiento comenzó hace unos cinco años con la fundación de Costa Rica Craft Brewery, la primera microcervecería de Costa Rica, luego llegaron Cervecera del Centro, Treinta y Cinco, The Beer Factory, entre otras. Las cuatro anteriores tienen en común que operan bajo el concepto de microcervecería, es decir su producción es limitada y mucho más pequeña en comparación con una cervecería industrial pero se especializan en el desarrollo de sabores combinados con un proceso cuidadoso de fermentado para obtener el sabor deseado.
Dentro del movimiento existe otro grupo de empresas que están en la categoría de nanocervecerías, este es el caso de Calle Cimarrona cuya producción de cerveza se sale del estándar casero pero aún no alcanzan los niveles de las microcervecerías.
Por último, pero no menos importante, está el grupo de los cerveceros caseros. Este es sin duda el origen de todo, pues en su mayoría el inicio del negocio de producción de cerveza comienza cuando el consumidor experimenta en su casa con sabores e ingredientes para hacer su propia cerveza. Muchos de los cerveceros de hoy pasaron por los cursos de La Bodega de Chema y Tico Birra, empresas dedicadas a la venta de insumos y cursos para la producción casera.
¿Un negocio de una moda? Los productores de cerveza consideran que tal y como sucedió en Estados Unidos, más que una moda, el movimiento de cerveza artesanal es una tendencia de consumo que llegó para quedarse.
¨Es una tendencia que no ha bajado y en Estados Unidos ahora representa un porcentaje importante del total de cerveza que se consume. No creo que sea una moda más bien es una tendencia ¨comentó Adrián Montero de la nanocervecería AIJ.
Para Fabiana Martínez, de relaciones públicas de Costa Rica Craft Brewery el escenario actual refleja el rumbo del mercado. ¨Los consumidores costarricenses actualmente buscan productos que les den valor por su dinero, motivados también por lo que les ofrezca ese valor agregado¨ comentó Martínez.
El éxito como movimiento dependerá de la capacidad de crecer como un todo, de apoyarse como aliados estratégicos dentro un mercado desconocido en el país. De acuerdo con Ignacio Castro, gerente general de Treintaycinco la sinergia es la clave del éxito, por medio de su empresa cerca de 10 cervecerías importan grano. ¨Hacemos compras en conjunto y conseguimos mejores precios. Debemos presentarnos a los restaurantes como un movimiento compacto y trabajar en esquemas de colaboración en temas de materia prima y distribución¨ comentó Castro.
Las cervecerías coinciden en que hay suficiente espacio para todos, porque el consumidor de cerveza artesanal quiere probar siempre cosas distintas.
Una pesadilla llamada permisos
Producir cerveza artesanal como negocio es enfrentarse a una cadena de retos que involucra la obtención de permisos, la creación de una cultura cervecera diferente y la falta de insumos y materia prima como las botellas.
A la pregunta de cómo fue el proceso de obtención de permisos y trámites para la puesta en marcha de la producción de cerveza como negocio, la reacción de la mayoría de los entrevistados fue la misma: tedioso y difícil.
¨El tema de la permisología es una pesadilla. Hay mucho desconocimiento porque realmente no hay regulación para las microcervecerías, somos dos monstruos distintos. No somos ni mejores ni peores que la cerveza industrial, somos otro tipo de negocio pero debemos meternos en la regulación que hay para cerveza industrial¨ comentó Castro de Treintaycinco.
Solo para que tenga una idea, la puesta en marcha requiere de permisos de uso de suelo, de permisos de Setena, Ministerio de Salud y Municipalidad. De acuerdo con Esteban Zamora, socio de Calle Cimarrona, el mayor obstáculo se da en la falta de información sobre el negocio por parte de la entidades.
¨Desde que llegamos a la municipalidad y dijimos que queríamos producir cerveza nos dijeron que no podíamos porque es prohibido. Se cree que es estatal y tuvimos que mandar una nota por un abogado que hiciera constar que es permitido producir cerveza en el país¨ explicó Zamora.
Sumado a esto, según comentaron los cerveceros artesanales en el país no es posible adquirir botellas, esto los obliga a ofrecer la cerveza en sifón o a importar las botellas.
Una vez puesta en marcha la producción llegan los retos económicos característicos de la producción. El tema de los impuestos es otro obstáculo fuerte de superar, pues según Ignacio de Treintaycinco ahí se puede ir el 46% del precio de venta.
Además están los registros sanitarios del producto, que al no haber legislación para la actividad artesanal se debe aplicar la legislación que aplica a cualquier producto, es decir que sacar una cerveza de fin de semana (algo muy común el movimiento de cerveza artesanal) por temas de registro y permisos no tiene sentido desde el punto de vista económico.
La mayoría de los cerveceros, con excepción de Cervecera del Centro y su producto Ambar, producen cerveza sin pasteurizar, esto los obliga por temas microbiológicos a invertir en una red de frío que va desde la planta hasta el bar donde venderá el producto.
Ver Especial de Cerveza de Revista Eka
One comment
Jose Jimenez
2017-08-31 at 15:13
Nos gustaria tener una actualizaciòn de que esta haciendo Costa Rica`s Craft Brewing, hoy.
Ellos son pioneros en Cerveza Artesanal, son lideres de opinion.
Gracias