Invertir en tiempos de crisis: Cascos Marinos lo hizo y navega con buen viento. Sin arriesgar no se gana, incluso en tiempos donde las señales no parecen favorables.
Elliot Coen, propietario de la empresa Cascos Marinos dedicada a la importación y venta de lanchas y yates, lo conoce más que bien.
Él inició con su negocio en el 2007, en plena época de crisis económica mundial. La apertura de la nueva ruta 27, el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y una pasión por el mar inculcado por su padre se sumaron para que le diera forma a la empresa.
“En aquel momento era un negocio con poca competencia. Consulté amigos empresarios y las señales eran de tiempos difíciles, porque significaba empezar en media crisis inmobiliaria; sin embargo, cuando uno tiene el ‘feeling’ de que hay una oportunidad de negocio se da cuenta que lo que para uno son barreras para otros son solo retos a enfrentar”, dijo Coen.
Una vez embarcado en la aventura empresarial, inició por acercarse a fabricantes de embarcaciones como Glastron.
El siguiente paso fue comprar e importar sus dos primeras lanchas de 18 pies, una vez que llegaron al país, alquiló un espacio de jueves a domingo en Multiplaza de Escazú.
Tan buen olfato tuvo para el negocio que en el primer fin de semana las vendió y de paso identificó una cantidad importante de personas interesadas, con los que luego hizo negocio.
“Una de las cosas que más me sorprendió en aquel momento era el montón de paradigmas equivocados sobre las lanchas. La gente se sorprendía de lo baratas que pueden ser, pueden costar muy similar a un automóvil, con la ventaja de que ofrecen una oportunidad de uso para entretenimiento familiar”, comentó el propietario.
Cascos Marinos, con sala de exhibición y ventas en Costa Rica y Panamá, distribuye actualmente cuatro líneas de producto de diferentes marcas: los botes inflables, las lanchas de pesca deportiva, las lanchas de paseo recreativo y los yates.
Retos de invertir en tiempos de crisis: Costa Rica vrs Panamá
Cuando se trata de señalar las principales dificultades para crecimiento del negocio Elliot Coen lo tiene muy claro: Financiamiento e infraestructura.
“El reto constante es la miopía de las autoridades de gobierno para entender que esta es una actividad que puede traer mucha riqueza y satisfacción a las localidades costeras. Sin embargo, el gobierno no estimula la práctica al no ofrecer facilidades como buenas rampas para bajar lanchas, por mencionar solo una”, agregó el empresario.
En cuanto al financiamiento, a Cascos Marinos le tomó una década encontrar una entidad que estuviera dispuesta a otorgar crédito para que los potenciales clientes adquieran sus embarcaciones. Actualmente gracias a Desyfin les dan opciones de leasing y crédito.
“Cuando iniciamos operaciones en Panamá los mismos bancos llegaron a buscarnos, allá cuento con líneas de crédito tanto para comprar inventario como para el financiamiento de los clientes, mientras que en Costa Rica toda la inversión la debo hacer con recursos propios”, añadió.
En los planes de negocio a corto y mediano plazo está ofrecer una lancha “entry-level”, inflable o de aluminio, que ronde los $10.000 en paralelo a una estrategia de mercadeo agresiva.
La empresa con showroom en Pavas, busca ofrecer una embarcación con una capacidad de entre seis a ocho personas, para darle a esos clientes la opción de recreo familiar. Es importante que este sea un producto que se transporte fácil de las casas al mar, con un remolque pequeño enganchado a los autos.
Además, esperan fortalecer servicios que brindan en la actualidad a su cartera de clientes como almacenamiento temporal o traslado de sus lanchas de un punto a otro. En un futuro no muy lejano desea incursionar con más fortaleza en el negocio de parqueos especializados para este tipo de embarcaciones en tierra.
Coen sigue optimista pensando en lo que viene para su empresa, y pese a que el año electoral ocasionó en una ligera disminución de las ventas, él prefiere ver que la tendencia del negocio desde el inicio es siempre al alza.
“Si algo puedo aconsejarle a alguien que desea iniciar una empresa es que nunca abandone, que sea perseverante porque esa es la regla de fuego. Y lo complementaría con pasión por lo que se hace, conocimiento y no es que uno tiene que saberlo todo, pero si aprender haciendo y persistencia. El éxito se termina alcanzando porque uno no abandona el proyecto”, finalizó el empresario.
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Contenido producido por Melvin Molina para Revista EKA