A finales del año 2018 la economía de Costa Rica enfrentó un episodio de alta incertidumbre, debido a la ausencia de certeza con respecto al futuro de las finanzas públicas. En particular, en relación con la aprobación o no de la actual Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (Ley 9635). Esto provocó una devaluación del tipo de cambio y un incremento en el costo de endeudamiento del Gobierno Central.
Según análisis realizado por Grupo Financiero ACOBO, la variación en la tendencia en el tipo de cambio y el comportamiento de las tasas de interés provocan que los inversionistas tengan incentivos para invertir en colones, dado que el premio por invertir en esta moneda es más atractivo.
Luis Diego Herrera, analista económico, menciona que el tipo de cambio observó una devaluación de 7,4% (¢42) durante el segundo semestre de 2018, alcanzando un nivel máximo de ¢628,9 por dólar el 6 de noviembre de 2018. Por su parte, el costo de endeudamiento del gobierno central se incrementó en colones y en dólares durante igual periodo de tiempo.
Posterior a la aprobación de la ley, la confianza retornó al mercado cambiario y al mercado financiero, aunque esta mayor confianza no se observa en los consumidores ni en los empresarios, lo que detiene el consumo y la inversión y provoca que la actividad económica no se reactive.
En consecuencia a la menor incertidumbre, los inversionistas -locales y extranjeros- colocaron sus recursos en bonos del Gobierno, especialmente en dólares dadas las altas tasas de rendimiento ofrecidas por el emisor. Esto provocó una reducción en la curva de rendimientos en dicha moneda y una mayor oferta de dólares en la economía y modificó la tendencia en el tipo de cambio de la devaluación a la apreciación.
La buena colocación de bonos del Gobierno antes mencionada, la cual resta presión sobre las tasas de interés, sumado a los esfuerzos por parte del Banco Central de Costa Rica (BCCR) por reactivar la economía a través de la reducción de su Tasa de Política Monetaria (TPM) y la reducción del Encaje Mínio Legal (EML) en colones (del 15% al 12%), han provocado un entorno de tasas de interés locales a la baja.
A nivel externo, el menor dinamismo de las principales economías del mundo y la ausencia de presiones de inflación llevan a los bancos centrales a tomar medidas para estimular sus economías. A finales de julio, la Reserva Federal de Estados Unidos acordó reducir el rango de las tasas de interés de los fondos federales en 25 puntos base ubicándolo en 2,00% – 2,25% (antes 2,25%-2,50%).
La suma de tasas de interés en colones a la baja (aumento en el precio de los bonos en dicha moneda), tipo de cambio a la baja y tasas internacionales con tendencia a la baja provocan que invertir en colones sea atractivo.
Tasas de interés y crédito
A pesar de los esfuerzos realizados por el BCCR (reducción TPM y del EML en colones) para incentivar la demanda por crédito, esta no muestra una recuperación. A julio el crédito total al sector privado crece 2,07% impulsado por el crecimiento de la colocación de crédito en colones la cual creció 4,7%. Por su parte, el crédito en dólares muestra una tasa de decrecimiento de 2,20%.
Este comportamiento del crédito refleja la incertidumbre de los consumidores y los inversionistas con respecto al futuro de la economía. Si bien la desconfianza se disipó en el mercado cambiario y en le mercado financiero, aún se mantiene algún grado de duda en las personas.
“En esta coyuntura las autoridades del Poder Ejecutivo deben actuar de manera que se logre restituir la confianza, máxime que se han realizado esfuerzos importantes desde el punto de vista fiscal y monetario y el espacio por estas vías se reduce”, finalizó Herrera.
Heilyn Gomez
Editora de contenido digital de la Revista EKA. Periodista. Asesora de comunicación y estudiante de derecho.
