Estilo de VidaSaludCCSS pide a la población moderación en alimentación durante Semana Santa

Un llamado a la población costarricense para que adopte una serie de medidas que permitan una nutrición adecuada, la práctica de ayuno responsable, así como evitar intoxicaciones alimentarias durante la Semana Santa, plantearon especialistas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), con el objetivo de cumplir con las tradiciones de esos días de una forma segura y sin prácticas que pudieran poner en riesgo la salud. De acuerdo con la doctora Jéssica Navarro, especialista...
Heilyn Gomez6 años ago330212 min

Un llamado a la población costarricense para que adopte una serie de medidas que permitan una nutrición adecuada, la práctica de ayuno responsable, así como evitar intoxicaciones alimentarias durante la Semana Santa, plantearon especialistas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), con el objetivo de cumplir con las tradiciones de esos días de una forma segura y sin prácticas que pudieran poner en riesgo la salud.

De acuerdo con la doctora Jéssica Navarro, especialista en Medicina y Nutrición del área de salud Alajuelita, en momentos cuando muchas familias se preparan para la temporada de platillos, ayuno y abstinencia, prácticas tradicionales,  de los días Santos, es importante tener en cuenta recomendaciones saludables, principalmente en las poblaciones más vulnerables, tales como pacientes crónicos, adultos mayores y niños.

Según la especialista, es común que, durante esta época del año, quienes padecen enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, cardiopatías, entre otras, se descompensen por el olvido en la toma de los medicamentos o por exceso de comidas saturadas de sal o de azúcar.

En ese sentido, aseguró que, es necesario permanecer atentos con el propósito de evitar el abuso en el consumo de la miel de chiverre, conservas, encurtidos, arroz con leche, panes, entre otros platillos característicos de la época.

Asimismo, si el consumo de pescado y mariscos se incrementa durante el menú de la Semana Mayor, conviene elegir presentaciones “blancas” como el róbalo, el bacalao, el lenguado, la merluza, la tilapia y la corvina por su bajo contenido en grasa, mientras que los pescados “azules” tales como el salmón, el atún, el arenque, la sardina, la anchoa y la anguila poseen un mayor contenido de grasa insaturada.

De esta manera, si se busca reducir el consumo de colesterol, mariscos como la almeja, el mejillón, la vieira y la ostra constituyen la mejor opción, toda vez que presentaciones como el camarón, el langostino, la langosta, el cangrejo, el calamar y el pulpo contienen mayor cantidad de colesterol.

En relación con el ayuno, la especialista explicó que, desde el punto de vista nutricional esta práctica asociada a motivos religiosos, al igual que la alimentación regular, debe cumplir con una serie medidas y control adecuados, con el objetivo de impedir la aparición de problemas digestivos, debilidad, hipoglucemia, mareos y hasta desmayos.

Manifestó que la conveniencia de optar por el ayuno durante estos días, debe ser una decisión individualizada, moderada y consultada con el médico en el caso de personas con alguna enfermedad crónica, mientras que mujeres embarazadas, menores de edad o en periodo de crecimiento y adultos mayores de 60 años, deberían abstenerse de realizarlo, en virtud de su vulnerabilidad y el incremento en los riesgos de deshidratación y desórdenes metabólicos que podrían presentar.

Quienes cuenten con la autorización médica para realizarlo, aseguró, deben adoptar recomendaciones nutricionales adecuadas, ser respetuosos con el horario de la toma de su tratamiento farmacológico y portar consigo sus medicamentos con una adecuada conservación, en caso de que surja alguna descompensación.

Otra de las principales recomendaciones consiste en evitar la práctica de actividad física en exceso, además de ingerir líquidos en abundancia para prevenir la deshidratación.

La doctora Navarro, advirtió que conviene interrumpir el ayuno cuando aparezca alguna sensación de debilidad de cualquier grado, confusión, inquietud, desmayos e indicios de hipoglucemia, como sudoración profusa, temblor, taquicardia y fatiga, entre otros.

Cuidado con las intoxicaciones alimentarias

Por otra parte, la especialista manifestó que la mezcla entre una inadecuada higiene y manipulación de los alimentos, así como su incorrecta comercialización, son responsables del incremento de casos por intoxicaciones alimentarias y alergias, durante la Semana Mayor.

Explicó que los riesgos asociados al consumo de alimentos están relacionados con el tipo de productos que se consume y especialmente, la particularidad al momento prepararlos, lo cual incrementa el riesgo de sufrir una intoxicación alimentaria.

La tradicional costumbre de consumir pescado y mariscos en preparaciones crudas durante esos días, exige mayor cuidado e higiene y ante una mayor demanda en el consumo de estos productos, las medidas de su conservación deben incrementarse.

La doctora Navarro explicó que los productos marinos son especialmente sensibles a los cambios bruscos de temperatura, mala conservación y deficiencias en su transporte o manipulación, lo que podría provocar su rápida descomposición y generar un riesgo para quienes lo consuman, por esta razón, recomendó que al adquirir el producto se debe observar que tenga color, olor y apariencia fresca.

Detalló que en el caso del pescado la piel debe ser lisa y elástica y las escamas no deben removerse con facilidad, los ojos deben ser sobresalientes, firmes y brillantes y las aletas deben estar en buen estado, completas y sin laceraciones. Estos signos garantizan que el producto es conservado en buenas condiciones sanitarias.

La nutricionista manifestó que las mismas condiciones deben presentarse en los crustáceos y mariscos, tener color y olor característico y en el caso de los alimentos marinos envasados se debe controlar la fecha de vencimiento y el registro sanitario.

Entre tanto para el consumo de alimentos enlatados tradicionales en esta época, la especialista sugirió verificar que las latas no estén hinchadas, deformadas u oxidadas, y sus bordes deben encontrarse perfectamente sellados y en el caso de los envases no deben presentar roturas o pérdidas.

Otra de las medidas a tener en cuenta, constituye el tiempo que transcurre desde la compra de los alimentos hasta que se guardan en el refrigerador, un lapso que no debe superar las dos horas. Tampoco se deben colocar estos alimentos en zonas calientes.

Con el propósito de reducir el riesgo de intoxicaciones alimentarias, la especialista pidió adoptar las siguientes recomendaciones:

  • Los residuos de comida no se deben guardar en el refrigerador durante más de tres días, ni tampoco recalentarse más de una vez.
  • Limpie y desinfecte los utensilios y superficies en donde se manipulen los alimentos.
  • Sustituya la utilización de “limpiones” por toallas descartables.
  • Lávese las manos con agua y jabón durante 20 segundos antes, durante y después de manipular alimentos.
  • Evite la “contaminación cruzada”.  Las superficies, los equipos y los utensilios para la manipulación de alimentos en crudo, son de uso exclusivo, o bien, se deben lavar y desinfectar antes de utilizarlos con alimentos cocinados.

Según la especialista, es posible que el aspecto, el olor y el sabor de los alimentos sean normales, sin embargo, una inadecuada manipulación y preparación podrían generar trastornos gastrointestinales, tales como, dolor abdominal, diarreas, náuseas y vómitos, en ocasiones acompañados de fiebre que podrían conducir a la deshidratación y poner riesgo a niños o personas de edad avanzada.

Heilyn Gomez

Editora de contenido digital de la Revista EKA. Periodista. Asesora de comunicación y estudiante de derecho.

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