En un régimen cambiario de flotación administrada, como el que rige en el país desde febrero de 2015, el tipo de cambio responde a las condiciones de oferta y demanda del mercado cambiario.
En ese régimen, el Banco Central no asume ningún compromiso con un valor particular del tipo de cambio.
Sin embargo, esta entidad bancaria interviene en el mercado, con compras y ventas de divisas, con el fin de asegurar un proceso ordenado de formación de precios y para impedir movimientos abruptos en el tipo de cambio.
Las transacciones en divisas por parte del Banco Central afectan sus reservas internacionales netas (RIN), que aumentan con las compras de divisas y disminuyen con las ventas.
“En meses recientes, ha habido una menor disponibilidad de divisas en el mercado costarricense. Además de un patrón de estacionalidad que caracteriza al mercado cambiario y que reduce la afluencia de divisas en esta época del año, influyó la difícil situación fiscal.
Esta situación influyó para que el Ministerio de Hacienda pasara de ser un oferente neto de divisas a ser un demandante de divisas por montos importantes; y ha generado incertidumbre y nerviosismo en algunos agentes económicos, lo que a su vez ha impulsado la demanda de divisas por parte del público”, aseguró la entidad en un comunicado de prensa.
Factores que intervienen
A esto se suma el efecto de mayores precios de petróleo en los mercados internacionales. La menor disponibilidad de divisas ha presionado al alza el tipo de cambio, que al 11 de octubre muestra un incremento interanual del 4.1%.
Ante esta situación, el Banco Central ha estado usando sus RIN para suavizar el ajuste en el tipo de cambio.
El uso de reservas se ha dado de dos formas. En primer lugar, durante el 2018 el Banco Central ha efectuado ventas directas de divisas en Monex (USD 240,9 millones hasta el 11 de octubre), con el fin de impedir movimientos abruptos en el tipo de cambio.
La segunda forma, indirecta pero más importante en términos cuantitativos, es que el Banco Central ha estado vendiendo divisas al sector público no bancario, y no las ha restituido mediante compras en Monex porque de haberlo hecho hubiera exacerbado las presiones alcistas sobre el tipo de cambio. Por esta vía, el Banco Central ha utilizado USD 860,9 millones de sus RIN en lo que transcurre de 2018.
Así, en total, el Banco Central utilizó USD 1.101,8 millones de sus RIN en lo que va del año. De nuevo, el fin de estas intervenciones ha sido el de asegurar un proceso ordenado de formación de precios y evitar movimientos abruptos en el tipo de cambio. Para eso, justamente, es que el Banco Central tiene las RIN.
El Banco Central comprará divisas para restituir su posición de RIN cuando las condiciones de mercado lo permitan. ¿Cómo se financian esas compras? El Banco Central emite colones a cambio de las divisas que compra (mientras que, por el contrario, recibe colones y los retira de circulación, a cambio de las divisas que vende).
El impacto monetario que tengan estas operaciones cambiarias es analizado cuidadosamente por el Banco Central, y de ser necesario, neutralizado (“esterilizado”) mediante operaciones financieras que aseguren que los agregados monetarios crezcan de manera coherente con la consecución de la meta de inflación en el mediano plazo.
Heilyn Gomez
Editora de contenido digital de la Revista EKA. Periodista. Asesora de comunicación y estudiante de derecho.