Tras jornadas de trabajo extensas, o, agotadoras mentalmente, el estrés se acumula y puede pasar la factura en la salud. Es ahí cuando unas buenas vacaciones son necesarias; sin embargo, algunas veces no se cumple el objetivo.
Pero ¿Cómo lograr un descanso realmente efectivo? Julia Moreno, sicóloga laboral explica algunas recomendaciones para hacer de las vacaciones, momentos realmente reparadores y de descanso absoluto.
Antes
Es fundamental que los trabajadores avisen con la mayor antelación posible qué días o jornadas se van a tomar libres. Es bueno que se informe también a los compañeros. Esto ayuda a mantener un buen clima laboral, porque tendrán presente que esos días estarán encargados de más tareas que las usuales.
Además, es necesario que la persona adelante su trabajo y no deje tareas pendientes, ya que esto genera un estrés adicional y aumenta la probabilidad de que el empleado sea contactado durante su tiempo fuera.
“Si una persona deja muchas cosas inconclusas, quien queda a cargo puede contactarte para plantear que no entendió nada respecto a lo que le traspasaste. Esto perjudica el clima laboral, ya que genera un sentimiento de injusticia y estrés a quien queda con los pendientes, porque no comprende lo que debe hacer, no logra avanzar y se frustra”, afirma la especialista.
Durante el descanso
En general, las empresas fomentan la desconexión. Las vacaciones son para descansar y no se debería revisar el correo laboral a menos que se esté trabajando en algún proyecto puntual que esté condicionado a contingencias.
En esa línea, la sicóloga recomienda evitar el uso de redes sociales y, de ser posible, silenciar o abandonar los grupos de Whatsapp que tengan relación con el trabajo. “Si durante las vacaciones el empleado envía fotos al chat grupal de la oficina, da a entender que no está desconectado ni descansando, por lo que es más probable que en esa ocasión puedan preguntarle por sus pendientes”, dice.
Al volver
Es importante que el regreso esté tan planificado como la salida. La primera semana hay que tomársela con calma y no llenarse de reuniones. Si los días siguientes a la vuelta se gestionan de manera eficiente, es menos probable que vuelva el agobio, estrés. Hay que dosificar la energía recargada durante el tiempo fuera.
Incluso, si tiene la posibilidad, tómese uno o dos días después de regresar del viaje de la playa o de donde fue, para retomar acciones en la casa y que estas tareas no representen una carga y llegar al trabajo con cansancio de las vacaciones.
Heilyn Gomez
Editora de contenido digital de la Revista EKA. Periodista. Asesora de comunicación y estudiante de derecho.