La mala alimentación en el trabajo causa pérdidas de hasta 20 por ciento en la productividad, ya sea debido a problemas como la desnutrición que afecta a unas 1.000 millones de personas en el mundo en desarrollo, o al exceso de peso que sufre una cantidad similar de personas en países industrializados, destacó un estudio publicado por la Oficina Internacional del Trabajo (OIT).
«Los programas de alimentación deficientes y la mala nutrición tienen que ver con una serie de asuntos relacionados con el trabajo: la moral, la seguridad, la productividad y la salud a largo plazo de los trabajadores y sus países. Son pocos los trabajadores que están contentos con sus comidas», comentó Christopher Wanjek, autor del estudio.
Este estudio examina los hábitos alimenticios en el lugar de trabajo en diversas partes del mundo, considera que si estos mejoran puede aumentar la tasa de productividad nacional, se pueden prevenir deficiencias, enfermedades crónicas y obesidad. Se requieren inversiones modestas, que se recuperan mediante la reducción de las licencias médicas y los accidentes.
Desequilibrio nada saludable
- El mundo enfrenta una «brecha alimenticia». Uno de cada seis habitantes del planeta está desnutrido, y otro tiene sobrepeso o es obeso.
- En 2001, enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta causaron 46 por ciento de todas las enfermedades del mundo y 60 por ciento de las muertes, en especial las enfermedades cardiovasculares que provocaron 30 por ciento de las muertes.
- En 2020 podrían representar 57 por ciento de las enfermedades.
- En Asia Sudoriental la deficiencia de hierro provoca pérdidas de productividad por 5.000 millones de dólares.
- En India el costo ocasionado por la pérdida de productividad, las enfermedades y muertes relacionadas con la desnutrición oscilan entre 10.000 y 28.000 millones de dólares, o de 3 a 9 por ciento del producto interno bruto.
- En naciones más ricas, la obesidad causa entre 2 y 7 por ciento del total de los costos médicos. En EE.UU. el costo de la obesidad para las empresas, reflejado en costos de seguros, licencias pagadas y otros, suma 12.700 millones de dólares anuales.
- En el mundo en desarrollo, el aumento de 1 por ciento en las kilocalorías resulta en un aumento de 2,27 por ciento de la productividad laboral.
«Las naciones en desarrollo necesitan romper el ciclo de la mala nutrición, baja productividad y bajos salarios. Algunos trabajadores tienen dificultades para alimentar a sus hijos, y cuando los niños están mal nutridos comprometemos la fuerza laboral del futuro. Es importante considerar el impacto de la deficiencia de hierro y lo barato que cuesta remediarla. Esto afecta a la mitad de la población mundial, y es algo que está asociado a la a la pereza y a una disminución en las capacidades cognitivas, lo cual a su vez se traduce en accidentes y baja productividad», agrega Wanjek.
Según el autor del estudio «las naciones más ricas enfrentan el costo de las enfermedades crónicas y la obesidad. Las acciones a nivel del vecindario no están funcionando. La mejor opción es distribuir comida sana en el trabajo, para que tengan acceso a este tipo de alimentación al menos una vez al día».
El estudio incluye numerosos estudios de casos para mostrar «soluciones alimenticias» eficientes aplicadas por diversas empresas en 28 países industrializados y en desarrollo. Los ejemplos incluyen sistemas exitosos de tickets de comida en Brasil y Francia, asociaciones entre empleadotes y proveedores de comidas en EE.UU. y Sudáfrica, así como recomendaciones prácticas para mejorar comedores, cafeterías o salas de encuentro.
La alimentación en el trabajo está estrechamente relacionada con la agenda del trabajo decente de la OIT . Se trata de un asunto esencial para contar con una fuerza laboral productiva, un elemento indispensable al considerar la protección social de los trabajadores, un tema importante para el diálogo social entre empleadotes y trabajadores, y el derecho al agua potable y a no sufrir hambre son derechos humanos de importancia.
En 1956 la Conferencia Internacional del Trabajo adoptó la Recomendación sobre los Servicios Sociales (Nro. 102) que especifica guías para el establecimiento de comedores, cafeterías y otra infraestructura relacionada con la alimentación. Este instrumento fue redactado en el entendido que los adultos trabajadores pasan al menos la tercera parte de sus jornadas en el trabajo, o la mitad del tiempo que están despiertos, por lo cual es un espacio ideal para tomar medidas a favor de su salud.
Heilyn Gomez
Editora de contenido digital de la Revista EKA. Periodista. Asesora de comunicación y estudiante de derecho.