Por: Alfredo Rojas, Director de Baum Digital
Según un informe publicado por la Universidad de Massachusets, el uso de las redes sociales entre las más reconocidas empresas que aparecen en la lista de Fortune 500 es cada vez más común.
Según el estudio, el 83% de las empresas de Fortune 500 posee una cuenta en Twitter. Facebook, por su parte, registra un considerable aumento al alcanzar un 80%. Como dato curioso, LinkedIn es la plataforma más utilizada por los miembros de esta lista, en un 97%.
A la vista de estos resultados, si las mayores empresas del mundo utilizan estas plataformas, ¿por qué no utilizarlas nosotros para promocionar eventos?
Video mapping, códigos QR, apps, tarjetas de visita electrónicas, nuevas tecnologías al servicio de la evaluación del ROI (return on investment)… son solo algunas de las novedades que en los últimos años han ayudado a los profesionales del sector a organizar eventos más impactantes.
Desde Baum Digital hemos comprobado la eficiencia de impulsar convocatorias a través de Facebook, por ejemplo. El simple hecho de crear un evento, llega a más personas que cualquier otro tipo de propaganda, y es sin duda alguna mucho más económico, y eso en tiempos de crisis siempre se agradece.
Si bien es verdad que los resultados de la gente confirmada son menos fiables, siempre podemos restringir la inscripción a la página web oficial del evento, para poder hacer unas previsiones más exactas.
Las redes sociales, aunque no sea el único medio, sí son uno de los mejores aliados a la hora de difundir y promover una actividad.
Y aunque estemos hiperconectados y formemos parte de muchas redes diferentes, no significa que ya de por sí conseguiremos un gran impacto de difusión de nuestro evento. Requerirá una estrategia, con una planificación y ejecución concreta, que focalicen los esfuerzos donde sean más necesarios. A continuación destacaremos algunas acciones concretas y cómo llevarlas a cabo:
- Crear una web responsiva del evento: con fácil acceso a toda la información relacionada con el evento: programa, ponentes, etc. Ofrecer la posibilidad de que los participantes interactúen, se registren e informen. El material utilizado en el evento (presentaciones, documentos, videos, etc.) puede ser publicado posteriormente para la libre disposición de los interesados.
- Una app del evento: permitirá al organizador crear un mayor acercamiento entre los participantes, a la vez ofrecer ventajas y servicios innovadores al asistente (acreditaciones ágiles, patrocinios, geolocalización, Networking, programa del evento, etc…).
- Una videoconferencia: al evitar la necesidad de desplazamiento, los participantes podrán seguir el acto desde cualquier lugar y en cualquier momento.
- Elegir un hashtag para utilizar en Twitter y Facebook y promoverlo desde el principio. Las etiquetas o hashtags se crean espontáneamente y si no se ha elegido uno oficial desde el principio, puede que haya más de uno que crea confusión y se pierda el impacto de centrar el mensaje en uno solo.
- Publicar un video de presentación en Youtube. Si puede ser en vivo con personas hablando y con cierta gracia e imaginación, llamará más la atención que un texto en una web.
- Una vez el evento ha terminado, lo conveniente es seguir trabajando las redes sociales manteniéndolas activas, midiendo y posteando sus resultados con cierta inmediatez, agradeciendo la participación de usuarios, ponentes y patrocinadores en dicho resultado; procurando publicar crónicas, resúmenes, fotos y videos.