** (Pista: no solo para generar ventas, sino como impulso al cambio) Por Juan Pablo Cappello, Cofundador del estudio jurídico Private Advising Group | Síguelo en Twitter @CapelloJP y en LinkedIn
Más allá de la estrategia de marketing o la posibilidad de generar nuevos clientes e ingresos, aceptar transacciones con BitCoin (BTC) en América Latina es “un acto de valentía y desobediencia civil” que puede forzar cambios importantes sobre las exigentes regulaciones gubernamentales, desafiando las políticas que dieron lugar a la falta de competencia en el sector financiero, donde prácticamente no se vieron innovaciones en los servicios de pago por más de una década.
La evolución de todo lo relacionado con BTC en los últimos 18 meses ha sido tan interesante como recordar el desarrollo de Internet entre 1994-1999, donde la gente pasó de preguntar “Inter-qué?” (1995, un año antes del lanzamiento de Google) a decir «acabo de iniciar mi propia empresa de Internet».
Hace seis meses mi estudio jurídico no hubiera aceptado BTC. Aceptar BitCoin era sólo una estrategia de marketing. El universo de esta moneda era, en aquel entonces, un mundo de especuladores nerd que encontraban divertido pensar en lo que eso podría convertirse… Esencialmente no había ciudadanos “respetuosos de la ley”, comprando o vendiendo con BTC y lo que circulaba corría riesgo de ser perdido o robado- tan perdido o robado como el dinero en efectivo cuando se pierde una billetera-. De hecho, como explico más adelante en esta nota, los robos y otros delitos se siguen sucediendo tanto con BitCoin como con moneda “real”. Eso sí, a diferencia de los billetes físicos, BTC no ha podido ser, aún, falsificado.
Pero el universo BitCoin se ha transformado el último medio año, sobre todo en LatAm, donde aceptar y negociar en BTC desafía las políticas que han permitido por más de una década que el sector financiero no compitiera, dejando poco espacio para la innovación en los servicios de pago.
Entonces, qué es un BTC y por qué aceptarlo es un acto de rebelión social
Bitcoin es una moneda virtual que se mantiene en una «billetera digital» en su PC o teléfono móvil. Los pagos se envían de una cartera a otra (como Paypal) y un sistema de encriptación verifica que las transacciones sean legítimas. Por último, estas son además verificadas por otros usuarios de Bitcoin. Actualmente, el principal inconveniente en su uso cotidiano es el alto nivel de volatilidad de su valor, lo cual hace difícil fijar precios estables a los productos y servicios, más allá de que esto de pie a maniobras especulativas.
Pero algunos cambios muy recientes en el universo BTC y su valor en aumento (valía unos pocos centavos cuando fue creado en 2009 y llegó a cotizar a 1.000 dólares a fines del año pasado) están poniendo nerviosos a gobiernos y a ciertos jugadores excesivamente cómodos en el sector financiero. Por ello las ruidosas celebraciones cuando alguien es arrestado por su mal uso o se producen quiebras, hackeos, etc. En las últimas semanas esta moneda parece rodar sin freno dentro de una montaña rusa enloquecida, para alegría de todos aquellos que quieren ver rodar al BTC… pero cuesta abajo. Un repaso:
- Tras semanas de especulación y rumores, finalmente Mt.Gox (uno de los operadores de cambio de BitCoins más antiguos e importantes), pasó por el vértigo de cerrar sus puertas, bloquear los fondos, paralizar las operaciones y, finalmente, quebrar. Su presidente, luego de varios días, reapareció y admitió haber “perdido (850 mil) bitcoins debido a la vulnerabilidad del sistema” y tras ello se acogió a la ley japonesa de quiebra, alegando la pérdida de 500 millones de dólares en moneda virtual.
- Flexcoin, un autodenominado ‘banco’ canadiense de BTC, pero que no tenía licencia para tal cosa, cerró sus puertas tras indicar haber sufrido un ataque informático mediante el cual le habrían robado 896 bitcoins.
- La directora de la plataforma de intercambio First Meta fue hallada muerta (supuestamente un suicidio) en Singapur.
- Como frutilla del postre, la revista (ahora digital) Newsweek, aseguró haber encontrado y contactado al creador de BTC, cosa que el aludido rápidamente negó.
El enorme esfuerzo por desacreditar BTC en los medios y entre funcionarios o ejecutivos dice mucho. Al «establishment» le encantaría que la gente, defraudada, se olvidara de Bitcoin y lo terminen recordando como una estupidez tecnológica más al estilo «Y2K», que iba a derribar el mundo y paralizar todas las computadoras.
Pero la realidad es que BitCoin se mantiene intacto, incluso tras el “efecto Mt.Gox”. Los hechos lo demuestran:
- BTC sigue cotizado normalmente en China, Europa y Estados Unidos.
- Si bien la crisis post Mt.Gox provocó la caída momentánea del valor de la divisa virtual desde los 700 dólares hasta los 200, a los pocos días ya estaba rozando los 600 dólares.
- El volumen de transacciones con BitCoins se mantiene en los valores previos a este suceso (unas 70 mil), que si bien es menos que el pico de diciembre de 2013 (102.000), resulta casi el doble que hace un año, y cinco veces más que hace dos años.
- En Hong Kong se abrió el primer establecimiento físico del mundo de intercambio de BitCoins, a cargo de Asia Nexgen Bitcoin Exchange
- Cada vez más entidades oficiales se entremezclan en el “ruido BTC”, pero no para condenarlo: La presidenta del banco central estadounidense, Janet Yellen, destacó a esta moneda virtual como un medio “útil innovador de pago que se ha hecho un hueco fuera del sistema bancario”, aunque aclaró que la Fed “no tiene autoridad sobre el bitcoin” y que “no es fácil regular”. «No se trata de prohibir estas monedas, pero hace falta asegurar un marco de precaución», dijo el Ministro de Finanzas Francés. El gobierno japonés sigue diciendo que el BitCoins «no es una moneda», pero… los beneficios derivados de su uso son imponibles (se debe pagar IVA por su uso, impuesto a las ganancias, etc), con lo que en realidad está “blanqueando” al BTC
Los problemas de los operadores de BitCoin no son los problemas de BitCoin
Los hechos recientes no están relacionados intrínsecamente con BTC en sí, sino en cómo estos operadores han manejado su negocio. Por el contrario, estos sucesos sirven para conocer el desempeño de la moneda en esta circunstancia. El entorno BTC tiene que ser capaz de superarlo, así como el sistema financiero tiene que ser capaz de soportar la caída de un banco.
Es cierto que el hecho de no haber un mercado central que respalde la moneda no juega a favor de las expectativas de la gente: El que pierde, pierde. Nadie lo rescata. Pero en tanto los gobiernos y entidades no se pongan (tan) en contra de BTC, lo que en definitiva es ponerse en contra de la gente, la moneda se volverá más estable y menos permeable a las especulaciones a las que hacía referencia al principio.
¿Por qué tanto empecinamiento en desacreditarlo? Por qué BTC pone al descubierto la preocupación de los gobiernos sobre la vulnerabilidad de sus monedas y el control que puedan ejercer sobre el sistema de transacciones. Así que no importa si BitCoin finalmente vale mucho o no, lo importante es que el “fantasma” BTC podría volverse real e impulsar a las instituciones y los gobiernos actuales hacia la innovación, y esa innovación es un bien social que podría mejorar las vidas de muchas personas en LatAm.