A estas alturas del año, puede que los niños presenten algo de desánimo a la hora de estudiar, es por eso que es importante que los padres de familia, o encargados, potencien en ellos el aprendizaje y la motivación.
La sicopedagoga María Camacho, brinda algunos consejos para lograrlo:
Ambiente atractivo.
Es muy importante el ambiente en el que el niño estudia, que se sienta cómodo y que le resulte atractivo sentarse allí. Que sea un lugar fijo. El “rincón de estudio” tiene que ser decorado por el propio niño con ayuda de sus padres.
Ayúdele a fijar metas.
Pueden definir nuevas metas de estudio y colocarlas en un lugar visible. El hecho de apuntarlo los hace comprometerse.
Algunas metas pueden ser: subir las notas del último periodo, estudiar todos los días al menos 10, 15 o 20 minutos, según la edad, aprender cierta materia, mejorar las tareas, entre otras.
Organización y elaborar un plan.
Lo Primero es determinar los horarios que el niño va a dedicar al estudio. Es importante que sea realista, es decir, es mejor empezar con un tiempo de estudio que el niño pueda asumir que empezar a marcar tiempos demasiado largos o exigentes, especialmente si antes no existían esos hábitos.
Recompensas, si es posible que no sean materiales.
Trate de motivarlo si logra avances, puede ser con paseos, momentos diferentes de entretenimiento o hacer algo que él o ella quería realizar.
Estilos de aprendizaje.
Es más probable que el niño quiera aprender si usa el estilo de aprendizaje que le parece más natural y que tiene sentido para él. Ayúdele a descubrir cuál es su mejor estilo de aprendizaje y a usarlo eficientemente.
Dar el ejemplo.
Los niños aprenden de lo que observan, ver a los padres también hacer deberes es una motivación extra para los pequeños de la casa. Es importante que cuando los adultos estén haciendo sus deberes, se lo hagan saber a los niños, para que ellos sepan que al igual que ellos, sus padres también realizan esfuerzos extra.
Educación: Evite cometer los siguientes errores:
- Comparaciones: No hay dos niños iguales. Comparar entre hijos, amigos, primos solo daña la autoestima del pequeño.
- Gritos: Gritando solo consigue que el niño aprenda que cuando quiere algo tiene que gritar para conseguirlo.
- Castigos: Si castiga por no hacer los deberes lo único que consigue es que el niño relacione deberes con algo negativo.
- Amenazas: Producen temor y negativismo, y si las debe hacer, que se cumplan.
Heilyn Gomez
Editora de contenido digital de la Revista EKA. Periodista. Asesora de comunicación y estudiante de derecho.