Hace unas semanas, Dev Patnaik, Michelle Loret de Mola y Brady Bates publicaron un artículo en Harvard Business Review titulado «Creating a Post-Covid Business Plan«. Recomendado. En este artículo plantean una pregunta fundamental que también desde mi punto de vista enmascara en un mensaje de esperanza: ¿Qué va a pasar cuando la pandemia termine?
Matías Tré
Consejero de Industria de Valor para SAP Latin America North
La respuesta a esta pregunta modelará no solamente nuestras vidas a nivel personal, sino también debe darle forma a nuestros planes de negocio para el resto del año y de allí hacia adelante. En SAP finalmente estamos viendo en las noticias sobre los desafíos logísticos de distribución de las vacunas (y ya superada la carrera de que laboratorio lograría su desarrollo primero). Vemos una luz al final del túnel. Volvemos a retomar las esperanzas de que todo volverá a como era antes de la pandemia. Pero… ¿es esto verdad?
Para ello, los autores nos invitan a tener en cuenta tres preguntas fundamentales para cuando planificamos para los tiempos post-covid. Las respuestas a estas preguntas deben determinar la forma de pensar y de re-pensar nuestras operaciones: ¿Cómo es que su negocio realmente genera dinero? ¿Qué personas son las que impulsan su negocio? y ¿Cómo será el comportamiento de las personas después de la pandemia? Veamos un poco más de cada punto a continuación.
¿Cómo es que su negocio realmente genera dinero?
En la etapa pre-pandemia, veíamos muchas empresas realizando su plan estratégico en función al crecimiento. Los temas a abordar eran cómo generar nuevas fuentes de ingresos, como llegar a nuevas geografías, cómo acelerar la salida al mercado de nuevos productos o servicios, cómo innovar de forma acelerada, cómo ganar la «batalla del talento» para que la falta de capacidades en el personal no sea un freno al crecimiento. Y en eso estábamos, hasta que llegó la pandemia. Una estrategia ampliamente adoptada durante 2020 y de la cual expertos como McKinsey ha escrito, fue simplificar y reducir el portfolio de productos o servicios que llevamos al mercado. Concentrarnos en entender que «más» no siempre es «mejor». Que no siempre debemos buscar la hiper-personalización. Que no todos los productos o servicios realmente crean valor, y que debemos enfocarnos en lo que aporta rentabilidad. Para ello, es fundamental tomarnos el tiempo para construir sobre nuestros diferenciadores y entender el flujo de nuestras cadenas de suministros. No solo de bienes y del dinero, sino también de los datos. Debemos buscar oportunidades de construir valor a partir de la información que nuestra cadena de suministro genera y consume.
¿Qué personas son las que impulsan su negocio?
Entender quienes son mis stakeholders siempre fue importante. Ahora también se vuelve urgente entender sus posibles comportamientos actuales y deseados. Cómo ellos reaccionen a la nueva normalidad puede determinar el éxito o fracaso de mi negocio. Pensemos por un momento en la fuerza laboral: si asumimos que todos mis colaboradores están felices trabajando desde sus casas y por consiguiente diseñamos un plan post pandemia de tener cero o casi cero oficinas, quizá pueda estar cometiendo un error. Quizá termine perdiendo talento valioso para mi negocio. Puede ser que algunas personas si busquen eso, pero que otras prefieran la flexibilidad de poder elegir. Y en simultáneo que otras definitivamente estén ansiosas por volver a la oficina, exactamente como era antes de la pandemia. De manera similar, debemos ser conscientes que no todos mis accionistas pueden estar buscando lo mismo. Algunos preferirán la seguridad y la cautela. Otros pueden estar expectantes de un management que aproveche con velocidad las nuevas oportunidades de negocio. Y quizá no podemos dejar felices a todos con nuestro plan de post-pandemia.
¿Cómo será el comportamiento de las personas después de la pandemia?
Ante las diversas posibilidades de la realidad: ¿cómo reaccionarán mis consumidores o clientes? ¿y los clientes de mis clientes? ¿y mis proveedores? Los autores nos invitan a pensar en que en el mundo post-covid, algunas cosas volverán a ser como eran antes. Otras se verán muy diferentes. Y otras simplemente no volverán. La clave está en saber ¡cuál es cuál! Y debemos admitir que nadie tiene la «bola de cristal» y muchos se han equivocado ya al determinar un único camino posible. Aquí podemos ser flexibles, pensar en posibles escenarios y adaptarnos rápidamente al cambio. Para entender mejor este punto, debemos convertirnos en una especia de alquimistas, mezclando en nuestro horno ciertos elementos tradicionales de planificación de negocios con nuevos componentes como economía del comportamiento, estudios sobre la formación de hábitos, sociología, antropología, el arte y otros. Planificar un futuro sostenible para nuestro negocio, nuestras vidas y nuestro planeta no es un lujo, es una necesidad.
En conclusión, a lo que ya conocíamos sobre la dificultad de ser asertivos en nuestra planificación, se le adicionan ahora múltiples variables para pensar en un mundo post-covid. La incertidumbre se ha vuelto exponencial. Claramente habrá ganadores y perdedores. Lo que si podemos hacer es ejercitar nuestro músculo de la flexibilidad en los planes y presupuestos. Podemos tener árboles de decisiones ante posibles múltiples escenarios. Podemos probar nuevas ideas de manera rápida. Podemos decidir y actuar de forma más ágil. Podemos apalancar los negocios cada vez más en las tecnologías de la información, en SAP somos fieles creyentes de esto. Y sobre todo podemos dedicar nuestra energía a aprender rápidamente, escuchar otros puntos de vista y a incorporar aspectos de otras disciplinas aplicadas a la gestión de negocios.
Y usted ¿qué opina?