Las meriendas o refacciones escolares juegan un papel importante en la nutrición infantil, al ayudar a regular los niveles de energía del niño a lo largo del día, previniendo que se sienta débil o decaído. Además, son un aporte adicional de nutrientes para apoyar su crecimiento y evitar que coma de más en las siguientes comidas.
Por lo anterior, los padres de familia se esmeran por las mañanas para empacar la merienda de sus hijos. Sin embargo, ¿qué provoca que ésta vuelva intacta al final del día?
Para Patricia Vial, Gerente de Nutrición, Salud y Bienestar de Nestlé Centroamérica, son muchos los factores que influyen para que el niño no coma todos los alimentos que lleva en la merienda; por lo que es importante seguir algunos consejos para una lonchera escolar más saludable y divertida:
- Cuide los olores fuertes o extraños: los alimentos suelen prepararse por la mañana, pero no es hasta 2 o 3 horas después que los niños tienen su primer recreo. Por eso, evite colocar alimentos con olores fuertes como el huevo, el brócoli o el atún.
- La textura y los colores son importantes: algunas comidas pueden perder textura o color a medida que pasa el día. Por ejemplo, si incluye frutas cortadas, rocíelas con gotas de limón para que no se oscurezcan.
- Utilice formas y colores divertidos: su niño se puede sentir motivado a comer si la comida está empacada en una bolsa de su color o personaje favorito. Además, pruebe cortando los emparedados con moldes de galletas y las frutas en triángulos o círculos.
Además, colocar alimentos que se conserven en buen estado hasta el recreo, es tan importante como incluir alimentos saludables. Hay tres puntos importantes para tomar en cuenta al seleccionar alimentos seguros: el tipo de comida, la temperatura y el tiempo. En relación a esto, la Dra. Vial recomienda:
- Mantener frías las carnes, huevos, leche y quesos.
- Mantener a temperatura ambiente panes, galletas, cereales, frutas, vegetales y las semillas o nueces.
- Mantener calientes cremas o sopas y platillos asados u horneados.
Para evitar que se descompongan o tomen mal olor o apariencia los alimentos, colóquelos en envases aislantes que conserven una temperatura segura por al menos 2 horas. También puede usar diariamente un paquete de hielo químico.
Por último, la especialista recomienda mantener una buena higiene, lavar diariamente las vasijas y la lonchera por dentro y por fuera con agua y jabón desinfectante, para evitar la contaminación y malos olores. Además, antes de preparar la comida, lavarse las manos y mantener aseada el área donde prepara los alimentos.
Heilyn Gomez
Editora de contenido digital de la Revista EKA. Periodista. Asesora de comunicación y estudiante de derecho.