De acuerdo con los resultados del reciente Estudio Nacional de Nutrición “Entendiendo los hábitos de alimentación y las deficiencias nutricionales de los costarricenses”, realizado por IPSOS para la compañía Nestlé en el país, Costa Rica tiene los niveles más bajos de desnutrición de la región Centroamericana , con solo el 1% de su población. En contraste con estos buenos resultados, hoy el país enfrenta otro reto nutricional, se estima que más del 60% de la población costarricense tiene sobrepeso, es decir que su cuerpo tiene más grasa corporal de la que se considera como saludable.
Para Patricia Vial, gerente de nutrición, salud y bienestar de Nestlé Centroamérica, lo sucedido en Costa Rica es la tendencia en la mayoría de los países latinoamericanos. “Los consumidores pasaron de la desnutrición, producto de una alimentación muy básica y hasta escaza, basada principalmente en granos, frutas y verduras, muchas veces cultivados en el mismo hogar; a una ‛malnutrición’, caracterizada por el consumo excesivo de alimentos altos en grasa y azúcares”, explica Vial.
Algunos de los factores que se asocian al aumento del sobrepeso y la obesidad en la población nacional son:
– Los ticos tienen una dieta rica en carnes, arroz, granos y huevos. Las verduras y frutas son consumidas en menor proporción.
– En relación con el consumo de carne, el 42% de los encuestados la preparan frita.
– Menos de la mitad de los costarricenses realiza las meriendas recomendadas entre comidas.
Uno de los factores que más preocupa es la alta incidencia de obesidad infantil. El 8.1% de los niños costarricenses menores de 5 años son obesos y un 34% de los niños entre 6 y 12 años tiene sobrepeso u obesidad. Este problema afecta en mayor proporción a los niños de niveles socioeconómicos medio y alto, los cuales representan más del 70% de esta población.
“El estilo de vida moderno sin duda cambió las costumbres de alimentación. Las personas no planifican una alimentación familiar equilibrada y creen que no es práctico cocinar en casa, eso está afectando la alimentación de todos, incluyendo los niños”, añadió Vial.
En relación a lo anterior, Vial le brinda cinco consejos prácticos para darle a su hijo una nutrición equilibrada todos los días:
- Vigile que su hijo realice entre 4 y 5 comidas al día: el desayuno, dos comidas principales y dos meriendas. Estas, en conjunto, deben aportar el 100% de los nutrientes diarios requeridos.
- Respete el porcentaje calórico recomendado por tiempo de comida.
- Brinde una alimentación variada y balanceada. En las comidas principales el plato debe estar compuesto por un 25% de cereales integrales o tubérculos, 25% de carnes, pescados, huevos, leguminosas o frutos secos y un 50% de verduras y hortalizas.
- Mezcle opciones nutritivas y divertidas para que su hijo disfrute de los alimentos. Al añadir alimentos nuevos a la dieta de su hijo hágalo progresivamente y al inicio de cada comida, cuando el niño tiene mayor apetito.
- Al elegir postres, golosinas o busque alternativas saludables, con poca azúcar añadida y ricas en otros grupos de alimentos como lácteos y fruta.
La principal consecuencia del sobrepeso y la obesidad es la generación de enfermedades crónicas no transmisibles con alteración del centro metabólico, como diabetes, padecimientos cardiovasculares, colesterol, triglicéridos y afectación de órganos internos (hígado graso).
Heilyn Gomez
Editora de contenido digital de la Revista EKA. Periodista. Asesora de comunicación y estudiante de derecho.